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Episodios del deshielo: La vista gorda de Machado Ventura

Raul-Castro-Abelardo-Colome-Ibarra-y-Machado-VenturaPor Roberto Márquez (Cafe Fuerte).- La carrera díscola de Ernesto Machado Ferrándiz, alias Machadito, hijo del segundo secretario del Partido Comunista de Cuba y vicepresidente del Consejo de Estado y del Gobierno, José Ramón Machado Ventura (Machadito, el viejo), está sonando cada vez más en los círculos empresariales y la sociedad cubana en estos tiempos de deshielo e inversión extranjera en la isla.

Las primeras denuncias sobre las travesuras de Machadito, el joven, salieron recientemente en el blog Universo Increíble, del periodista Oscar Suárez, con informaciones llegadas de La Habana. Pero el caso tiene un expediente verdaderamente sustancioso y de múltiples vericuetos.

Desde la sucursal de la firma suiza CBC Business Center, Machadito se dedica a extorsionar a hombres de negocios extranjeros al extremo de que ya cunden las quejas entre los empresarios españoles. Machadito fue contratado -por la entidad empleadora estatal ACOREX- para trabajar en dicha sucursal, a pesar de la prohibición política de que familiares de dirigentes de primer nivel se vinculen laboralmente a firmas extranjeras.

Alguien preocupado con la situación acudió adonde Machadito con la carta en que Fidel Castro instó al Che Guevara a desistir de la aventura guerrillera en el Congo. Como Castro confió a Machado Ventura entregársela personalmente al Che, la carta se esgrimió ante Machadito con ánimo de que, encarando la confianza del líder en su padre, rectificara su proceder desviado. Sin embargo, Machadito repuso que no le importaba en absoluto qué había hecho su padre para merecer tal confianza ni haría nada por ganarla.

Orbita de Machadito

El compañero de la Seguridad del Estado que atiende el caso está en ascuas, sin otra opción que pasar la información al Coronel Alejandro Castro Espín, a fin de que llegue a Raúl Castro. La seriedad del asunto es que está involucrado el tercer hombre del régimen, Machado Ventura, un octogenario de línea dura y confianza absoluta de los Castro, y prevalece el criterio de que, a sabiendas, deja que su hijo Machadito haga y deshaga, como jactarse en público de tener fondos depositados en bancos extranjeros, así como de viajar al exterior cuando le viene en ganas.

El representante de CBC Business Center Inc. en Cuba es Juergen Niklaus, quien atiende también la sucursal de Greenbelt Holding Ltd., con matriz en Islas Vírgenes Británicas.  Desde 1995, Niklaus representa en Cuba los intereses del empresario alemán Stefan Messer, estrechamente ligados a la industria básica con joint ventures como Oxicuba, Oxisold y Oxiacero.

Sus negocios de gases industriales y medicinales, corte y soldadura, así como equipos criogénicos, marchan bien. A principios de agosto Messer cumplió 60 años y amenizó con música cubana la celebración en Bad Soden, Alemania, donde radica su cuartel general.

Su hombre de confianza en la Isla es Niklaus, con último paradero conocido en Calle 146 número 2104, Casa 11, entre 21 y 21-A, Reparto Cubanacán, quien tiene como asistente a una tal Karina Huerta y comercializa también los productos de soldadura de la firma suiza Castolin Eutectic, adscrita al Grupo Messer desde 2005.

Contraste de tarambanas

Para la comercialización de productos de caucho y derivados para automóviles, Niklaus se vale de CBC Business Center Inc., que principió como el Operador P146 de la extinta Zona Franca Habana (Berroa). Su asistente es Ernesto Machado Ferrándiz. CBC ostenta la representación para Cuba de la empresa alemana Continental AG, uno de los cinco principales fabricantes de neumáticos del mundo, y Machadito vocea que ese negocio es suyo, no de CBC, además de vanagloriarse de otros en paralelo.

Fuentes empresariales aseguran desde La Habana que Machadito vive en casa del padre, sita en 49A número 3625, entre 49 y 36, Reparto Kohly, y nadie se explica entonces cómo el segundo hombre del Partido puede estar ajeno al descaro del hijo.

En los corrillos palaciegos suele comentarse que Raúl Castro no perdonó a Julio César Díaz, quien como pareja de su hija Nilsa trajo cierto equilibrio emocional a la familia, pero al contactar con empresarios extranjeros se pasó de rosca y pidió una coima de tres millones de dólares, que aclaró iban a repartirse entre Fidel, Raúl y “Furry” Colomé.

El seguroso que atendía dio el parte y Julio César cruzó su Rubicón hacia las rejas. Entretanto Machadito sigue sobre ruedas.

Fuente:

Written by Cafe Fuerte

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