El Doctor Antonio Romero, profesor del Centro de Investigaciones de Economía Internacional, dice que el crecimiento macroeconómico no mejora la vida de la gente porque “no ha estado acompañado de los cambios estructurales suficientes que modifiquen el entorno microeconómico del país”.
En otras palabras, el 4% de crecimiento económico no va a repercutir en la gente mientras no se desarrollen los cambios internos que se necesita para que esto ocurra. La falta de productividad, la ineficiencia y el burocratismo del viejo modelo se come el crecimiento antes de que llegue a la mesa de los cubanos.