(EFE).- La posición del Gobierno de Nicaragua respecto a la situación de miles de cubanos varados en Costa Rica es una muestra de apoyo a Cuba a fin de que Estados Unidos derogue su política de “pies secos-pies mojados”, afirmó hoy un diputado opositor nicaragüense.
El hecho de que el presidente Daniel Ortega niegue el paso a los cubanos para que retomen su viaje a Estados Unidos revela “que la posición del Gobierno de Nicaragua es que los norteamericanos deroguen la ley” de Ajuste Cubano y las medidas que benefician a los isleños, sostuvo en declaraciones a Efe el diputado ante el Parlamento Centroamericano (Parlacen) Mauricio Díaz.
“Cuba no está interesada en que los Estados Unidos mantenga la ley de ‘pies secos-pies mojados’ porque incentiva a los cubanos a irse a ese país”, explicó el también exembajador de Nicaragua en Costa Rica.
Díaz, miembro del opositor Partido Liberal Independiente, añadió que la posición de Managua de cerrar su frontera a estos migrantes “probablemente es un favor a los hermanos Castro”.
Sin embargo, consideró que el Gobierno debería implementar acciones encaminadas a encontrar una solución a la crisis que dejó en Costa Rica y Panamá a unos 9.000 antillanos.
“Creo que aquí hace falta una buena voluntad y que desgraciadamente nuestro Gobierno no está contribuyendo como debería de contribuir, porque tiene la capacidad también de apoyar soluciones humanas”, sostuvo Díaz.
Igualmente consideró que, siendo Nicaragua un país generador de miles de migrantes, la problemática de los cubanos debería ser tratada de otra manera, ya que “vivimos en un pleito permanente con Costa Rica por el tratamiento de nuestros connacionales y por el respeto de sus derechos humanos y laborales”.
Para el diputado, es una mala señal el hecho de que Nicaragua ayer no haya participado en la reunión que se celebró en Guatemala para tratar de encontrar una salida a la situación, en donde participaron representantes de Mesoamérica y de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
En el encuentro se acordó un “un primer ejercicio piloto de traslado humanitario” por medio del cual llegará por vía aérea a El Salvador un grupo de los migrantes que hoy están en Costa Rica, y de allí viajarán en autobús hasta Estados Unidos.
Costa Rica ha otorgado cerca de 8.000 visas de tránsito especiales a cubanos desde el 14 de noviembre, pero el 18 de diciembre anunció que ya no tiene capacidad para seguir recibiendo a los inmigrantes y se retiró de la mesa política del Sistema de la Integración Centroamericana (SICA) por una falta de “solidaridad” de los países a los que pidió ayuda.
Para el diputado Díaz, hay “mucha desconfianza” entre los países de la región, puesto que a su juicio temen que “los transmigrantes se queden varados en sus territorios”.
La crisis se generó el pasado 15 de noviembre cuando Nicaragua cerró su frontera a los cubanos argumentando riesgos de seguridad a su soberanía, por lo que miles se encuentran ahora en Costa Rica y Panamá a la espera de poder seguir su travesía por Centroamérica.
Nicaragua y Cuba, aliados en la década de los 80, mantienen una relación estrecha desde que Ortega volvió al poder, en 2007.
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