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Réquiem para Maduro

Nicolás Maduro| Archivo
Maduro-preocupado

(Foto tomada de internet)

NEW YORK, Estados Unidos.- Nicolás Maduro se sigue creyendo el Elegido y no quiere considerar que el régimen cubano, el mismo que maquinó con el enfermo presidente Hugo Chávez colocarlo en el Sillón Dorado, esté ahora buscando sustituirlo por Diosdado Cabello.

Ante esta negación de lo que le pueda ocurrir en 2016, Maduro prosigue con planes propios o sugeridos por quienes se proclaman sus aliados, pero que le están –como se dice vulgarmente– “serruchando el piso”, en acuerdo con La Habana, desde hace varios meses.

Todavía quedan unos pocos que quieren salvarse y salvar el gobierno y le han sugerido que congele completamente al “pajarito” en el nuevo año, esa ave que le habla como si fuera Chávez, con el fin de darle un poco de seriedad a lo que dice públicamente.

Sin embargo, Nicolás Maduro no para de cavar su tumba con los chavistas y con el propio pueblo y sigue hablando locuras. Insiste que se le deben seguir entregando los 100 mil barriles diarios de petróleo al régimen de La Habana, aduciendo que “como el precio del crudo está tan bajo no hay mucha pérdida para el gobierno venezolano”; y anuncia que no se debe tocar para nada el Cuartel de la Montaña, que contiene los restos de Hugo Chávez Frías, y que se debe “congelar” el lugar por todo un siglo, para no perturbar la paz del Inmortal Occiso.

Lo que pasa es que, según una fuente mía muy cercana a Miraflores, Maduro teme que con el tiempo (y posiblemente otro gobierno) se nombre una comisión que abra el ataúd que contiene los restos de Chávez y se comprueben las irregularidades que se llevaron a cabo en el embalsamiento, tanto en Cuba como luego en Venezuela.

Asimismo alista una serie de decretos donde impugna a la mayor cantidad posible de parlamentarios opositores elegidos el 6 de diciembre, comenzando ahora mismo con ocho de ellos.

Declara el lanzamiento de la Gran Epopeya Bolivariana del 2016 y la Contraofensiva Bolivariana, donde asegura que tiene el apoyo de todos los países del Eje, olvidando que ya no puede contar con la ayuda del gobierno de Argentina. Y menos aún con Brasil y ahora Ecuador, quienes tienen sus propios problemas de sobrevivencia.

Maduro acusa de corrupción a integrantes de sus propias filas y no recuerda que sus propios sobrinos están siendo procesados en Estados Unidos bajo los cargos de narcotráfico, arenga contra el Imperio, en un tema ya pasado de moda luego del deshielo entre este y Cuba, y sigue culpando al gobierno de Washington de todos los males que sufre la nación venezolana.

Igualmente actúa en forma desafiante ante una inflación de tres dígitos y los problemas de la delincuencia, acusa de terquedad a los países de la OPEP por el bajo precio del petróleo y declara que los presos políticos permanecerán en sus prisiones, pese al clamor venezolano y mundial para que sean puestos en libertad.

También aprueba la ley que crea y establece los Consejos Presidenciales del Poder Popular. Entre dichas leyes está el Parlamento Comunal.

Como último dato, Nicolás Maduro desapareció por varios días y se cree que viajó a Cuba para recibir las últimas instrucciones de parte del gobierno de La Habana. Pero si cree el mandatario que continuarán el apoyo y los mensajes de aliento desde la cúpula gobernante castrista, puede estar muy equivocado.

Cada uno de los puntos enunciados en su última aparición del año sellan el féretro político que motivará su salida del poder, donde tanto daño ha hecho durante el tiempo en que tan malamente ha gobernado.

Written by CubaNet

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