El Gobierno de China creó tres nuevos cuerpos militares como parte de las reformas puestas en marcha para modernizar sus fuerzas armadas —las más grandes del mundo— y mejorar su capacidad de lucha, señala un reporte de la AP.
La televisora estatal, citada por la agencia, mostró este sábado al presidente, Xi Jinping, entregando banderas militares a los responsables de las tres nuevas unidades: un comando general para el Ejército de Liberación Popular, un grupo de misiles y una fuerza de apoyo estratégico.
En la ceremonia, que tuvo lugar el jueves, Xi, funcionarios militares y soldados cantaron el himno nacional.
Los tres nuevos cuerpos se crearon como parte de los esfuerzos de modernización y “para realizar el sueño chino de un ejército fuerte”, apuntó Xi.
Según la AP, el presidente promulgó la idea de un “sueño chino” que implica “la gran renovación de la nación china” y considera que un ejército fuerte es la clave para ello.
La reforma militar se produce en un momento en que Pekín es más firme en sus reclamaciones territoriales en el mar de China Oriental y el mar del Sur de China, elevando las tensiones con sus vecinos.
En un intento por mostrar que Pekín no supone una amenaza expansionista, Xi anunció en septiembre que recudirá el tamaño del ejército —con 2,3 millones de hombres— en 300.000 soldados. A pesar del recorte seguirá siendo el de mayor tamaño del mundo.
Descrita por Xi como una “fuerza central de disuasión estratégica”, la Fuerza de Misiles del ejército relevará a la Segunda Artillería en el control del arsenal nuclear y los misiles convencionales del país. La nueva Fuerza de Apoyo Estratégico podría centrarse en la ciberguerra.
Otros planes de reforma incluyen eliminar los viejos equipos y desarrollar nuevos sistemas de armas.
Los cambios afianzan también el control del partido sobre el ejército. Solía estar supervisado por cuatro sedes, pero ahora el comando central militar estará controlado directamente por la Comisión Militar Central, presidida por Xi.
El ejército ha estado en el centro de una campaña anticorrupción supervisada por el presidente. Los dos oficiales de mayor rango acusados de aceptar sobornos eran vicepresidentes de la Comisión Militar Central.