(CNN).- El presidente Barack Obama estuvo emotivo mientras hacía una llamada apasionada por un “sentido de urgencia” nacional para limitar la violencia armada.
Fue presentado por Mark Barden, cuyo hijo, Daniel, murió en la masacre de 2012 en la Escuela Primaria Sandy Hook, en Connecticut. Obama habló de nuevo sobre el tiroteo en los momentos finales de su discurso.
“Cada vez que pienso en esos niños, me hace molestarme”, dijo Obama, haciendo una pausa para secarse las lágrimas.
Y agregó: “Y, por cierto, ocurre en las calles de Chicago todos los días”, en referencia a su ciudad natal, donde comenzó su carrera política.
La Casa Blanca está introduciendo un nuevo requisito que ampliaría la verificación de antecedentes de los compradores. La medida exige que los individuos “en el negocio de la venta de armas de fuego” se registren como los vendedores de armas con licencia, estrechando de manera efectiva el llamado “vacío legal de armas”, que exime a los más pequeños vendedores de mantener los registros de ventas formales.
La ex congresista y defensora del control de armas, Gabby Giffords, que resultó gravemente herida en un tiroteo masivo de 2011, también estuvo presente en el evento del martes y fue recibido con una ovación de pie por parte del público de la Casa Blanca.
Obama martilló a los republicanos del Congreso por oponerse a medidas como la verificación de antecedentes. Defendió sus acciones para fortalecer los controles de antecedentes para la compra de armas, respondiendo a los críticos que dicen que la medida no haría más difícil para los criminales obtener armas de fuego.
“Cada vez que esto aparece, que se alimenta la excusa de que las reformas de sentido común, como la verificación de antecedentes no podrían haber parado la última masacre, o el anterior a éste, ¿por qué molestarse tratando?”, dijo Obama. “Rechazo ese pensamiento.”
“Sabemos que no podemos detener todo acto de violencia, cada acto de maldad en el mundo. Pero tal vez podríamos tratar de detener un acto de maldad, un acto de violencia”, agregó.
El presidente arremetió contra el lobby de las armas, en particular la Asociación Nacional del Rifle, e insistió en que sus acciones no son “un complot para quitar las armas de fuego de todo el mundo.”
Comparó su ofensiva para el control de armas, a los pasos que los Estados Unidos y las empresas han tomado para limitar las muertes de tránsito, el requerimiento de huellas dactilares para desbloquear iPads y mantener a los niños de la apertura de botellas de aspirinas.
“Creo en la Segunda Enmienda, ahí escrita en el papel, que garantiza el derecho a portar armas”, dijo Obama. “No importa cuántas veces la gente trata de torcer mis palabras, ese es nuestro derecho constitucional. Yo sé un poco sobre esto. Pero también creo que podemos encontrar maneras de reducir la violencia armada en consonancia con la Segunda Enmienda.”
Obama dijo que el Congreso, que bloqueó un proyecto de ley más duro respecto a las armas en 2013, todavía tiene que imponer nuevas medidas de control de armas. Señaló que muchas de las acciones que está pidiendo sólo pueden ser impuestaa a través de la acción legislativa.
“El Congreso aún tiene que actuar”, dijo Obama. “La gente en esta sala no descansará hasta que el Congreso lo haga. Porque una vez que el Congreso se ponga a bordo con las medidas de seguridad de armas, podemos reducir la violencia con armas inmensamente.”
“Pero tampoco podemos esperar”, agregó Obama. “Hasta que no tengamos al Congreso en línea con la mayoría de los estadounidenses, hay acciones dentro de mi autoridad legal que podemos tomar para ayudar a reducir la violencia armada y salvar más vidas”.
Además de ampliar y reforzar el sistema de verificación de antecedentes, también se espera que el gobierno proporcioné más fondos para el tratamiento de la salud mental, el personal del FBI y la Oficina de Alcohol, Tabaco y Armas de Fuego y la de Agentes Explosivos.
Muchas encuestas han encontrado un amplio apoyo a los controles de antecedentes ampliadas – siendo la más reciente una encuesta de la Universidad Quinnipiac en diciembre. En esa encuesta, el 89% en general apoyan, 84% en los hogares con posesión de armas de fuego, el 87% de los republicanos, el 86% de los independientes, el 95% de los demócratas.
