(EFE).- El ejército surcoreano anunció hoy que no ha detectado movimientos significativos de las tropas norcoreanas en torno a la frontera entre ambos países, donde ayer Seúl retomó sus emisiones propagandísticas en respuesta al reciente ensayo nuclear de Pyongyang.
“No hemos detectado ningún movimiento especial por parte del ejército de Corea del Norte”, explicó hoy un portavoz militar a la agencia Yonhap.
“Hoy sábado seguiremos emitiendo (propaganda) desde 10 puntos junto a la frontera”, añadió la fuente.
Después de que ayer Seúl volvió a radiar mensajes en contra del régimen de Kim Jong-un desde los parlantes que tiene instalados junto a la frontera, Pyongyang ha reforzado la vigilancia fronteriza y encendido sus propios altavoces para interferir los mensajes surcoreanos, pero no ha llevado a cabo ninguna otra acción.
En todo caso, Pyongyang criticó en la víspera por primera vez la respuesta de Seúl por mediación de Kim Ki-Nam, un alto funcionario del Partido de los Trabajadores.
En imágenes emitidas por la televisión estatal KCTV durante un acto en Pyongyang para celebrar el reciente ensayo nuclear Kim dijo que Estados Unidos “y sus seguidores” (en referencia a Corea del Sur) están “encaminando la situación al borde de una guerra”.
La última vez que Corea del Sur encendió estas torres de sonido el pasado agosto a raíz de un supuesto ataque norcoreano con minas antipersona, el Norte disparó a las mismas y ambos ejércitos acabaron intercambiando fuego de artillería a través de la frontera.
Solo un acuerdo alcanzado el 25 de agosto tras una negociación maratoniana logró desactivar entonces el nerviosismo que se respiraba en la península.
Esta vez, la decisión de Seúl es una respuesta a lo que considera una “clara violación” del convenio de agosto; el ensayo nuclear que Pyongyang ejecutó el miércoles y en el que aseguró detonar por primera vez una bomba termonuclear, un extremo este último del que dudan la mayoría de expertos.
El anuncio de Corea del Norte ha incrementado la tensión regional, provocado la condena de buena parte de la comunidad internacional y motivado que el Consejo de Seguridad de la ONU esté debatiendo posibles nuevas sanciones para el régimen norcoreano.
