Entre Sinaloa, Durango y Chihuahua se conforma el “triángulo dorado” región altamente codiciada para los cárteles del narcotráfico. Recibe este nombre por ser el área de mayor producción de amapola, fundamental para la producción de heroína y marihuana en México.
Muy lejos de tratarse de apología del delito, se dice que allí el Chapo sigue siendo el rey, pues su cartel controla la mayoría de las miles y miles de hectáreas que producen la heroína que ingresa a Estados Unidos.
La fertilidad de la zona se debe a las condiciones climáticas que favorecen el crecimiento de estas plantas y por su ubicación geográfica, constituye una zona estratégica para que las fuerzas armadas no puedan ingresar fácilmente y no tienen acceso a esos cultivos.
El narcotraficante más buscado del planeta, el “Chapo Guzmán” se internó en esta zona en el año 2001, tras fugarse del penal de máxima seguridad de El Altiplano, el 11 de julio. Según la procuradora General de la República para entonces, Arely Gómez, Guzmán llegó en una avioneta a la zona montañosa de Sinaloa.
Fue el gobierno estadounidense quien en la década de los años 70 bautizó con este nombre a la zona, asemejando el triángulo que forman Birmania, Laos y Tailandia, tres países mayormente productores de opio en el Mundo, de acuerdo a información de la BBC.
Dinastías del narcotráfico
Allí han nacido una de las generaciones más violentas de narcotraficantes mexicanos. De allí es «El Chapo» Guzmán, así como los hermanos Beltrán Leyva o Miguel Ángel Félix Gallardo, el «Jefe de Jefes».
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Por ello y al mejor estilo de Pablo Escobar en Colombia, su tierra natal, se hizo el escondite ideal para El Chapo, pues cuenta con el respaldo de quienes lo conocen y le deben favores, guardan aprecio y por ello lo protegían.
Antes de ser capturado, Guzmán Loera contaba con un extenso cuerpo de seguridad que según el especialista Edgardo Buscaglia, investigador de la Universidad de Columbia, operaba con tres anillos de seguridad y con hasta 300 guardias armados, reporta la BBC.
El triángulo dorado, era el escondite perfecto para uno de los hombres más buscados del planeta. Conocía el terreno, sus bondades y limitaciones. Pero su estado físico no le permitía recorrer el terreno a plenitud.
Los fuertes operativos que había implementado la Marina en el estado de Durango y la inseguridad, producto de la guerra entre los narcotraficantes, hicieron que más de 600 personas se desplazaran al municipio de Cosalá (Sinaloa), según informó el presidente municipal de este municipio, Samuel Lizárraga.
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Un informe de Naciones Unidas señala que mientras en Colombia se redujo la superficie de cultivo de amapola, al mismo tiempo aumentó en México donde hay unas 12.000 hectáreas “con un correspondiente potencial mayor de producción de heroína”, indica el documento.
De acuerdo al gobierno de Estados Unidos, casi el 50% de la heroína que se consume en su país es producida en México.
Y la mayor parte de los cultivos se encuentra en la zona que controla el Cartel de Sinaloa en el llamado “Triángulo Dorado”, según informes de la Comisión Nacional de Seguridad Pública de México.
No todo lo que brilla, es oro
Los pobladores del triángulo dorado viven en medio del mayor tesoro para los dos cárteles que se disputan el territorio: el cartel de Sinaloa y el cartel de Juárez. Sin embargo, quienes allí residen no ven esta riqueza, viven en las más precarias condiciones, sirviéndole por apenas 9 dólares al día, a los amos del narcotráfico.
Según la BBC, autoridades militares que están en la zona dijeron que los carteles pagan un promedio de US$9 diarios, cuando un kilo de heroína se vende en el mercado de EE.UU. a US $71.000.
La carencia de servicios en la localidad, conformada por rancherías distantes unas de otras, contrasta con las camionetas que transitan en esta y otras comunidades cercanas. La mayoría de los vehículos son de modelo reciente y no portan matrícula, un indicio de que son robados y utilizados en actividades ilícitas.
El “Triángulo Dorado” tiene varios puntos de acceso y de salida aunque los más utilizados por la organización de El Chapo son los que comunican al municipio de Cosalá, en Sinaloa, y Tamazula, en Durango.
Cubanos por el Mundo
Con información de BBC y El Clarin
