El alza en el precio de la gasolina es una política que el gobierno revolucionario ha manejado de manera muy discreta, hasta que se les hizo inminente el ataque.
Esto se debe a que en el año 1989, el extinto presidente Hugo Chávez en contraposición con esta medida propuesta por Carlos Andrés Pérez dentro de lo que fue el “paquete económico” usó como bandera, la serie de protestas desencadenadas por el impacto económico, saqueos y con un saldo cerca de 300 muertos y más de dos mil desaparecidos, conocido como “El Caracazo”.
El paquete económico aplicado por Pérez estaba pensado para realzar la economía que en aquel entonces, había sido afectada por el endeudamiento del país con transnacionales petroleras y que generó una paulatina devaluación de la moneda que los antecesores de Carlos Andrés (Luis Herrera Campíns y Jaime Lusinchi) no pudieron detener.
Como si fuera un Deja’vu, medio siglo más tarde Venezuela atraviesa por una crisis económica mucho más grave que la de entonces, producto de la malversación de las riquezas del Estado. Las decisiones correctas que no fueron tomadas en el tiempo idóneo hoy podrían ser la mayor carga política de la revolución.
El aumento en el precio de la gasolina es una medida que, según algunos expertos, debe aplicarse para aliviar la sofocante depresión en la economía que ha destruido el poder adquisitivo de los venezolanos y devastado el aparato productivo de la nación. Pero tal política debe hacerse de manera progresiva y no cómo la han planteado representantes del gobierno de Maduro, quienes estiman un alza de cinco a seis bolívares por litro de gasolina, monto por litro dos veces mayor con el que hoy un venezolano promedio llena su tanque.
Durante la presentación de su memoria y cuenta, el presidente Maduro afirmó que “llegó el momento”, en referencia al precio de la gasolina, pero no ofreció mayores detalles. El nuevo vicepresidente de área económica, Luis Salas, declaró que ““En el marco de las cosas que se pueden aprobar, es posible (elevar el precio de gasolina). El tema del aumento de la gasolina no es exclusivamente un problema económico, sino un problema de sensibilidad política y sensibilidad social”.
Sensibilidad social que por años, el difunto Chávez y su sucesor han tenido en cuenta, pues en vez de realizar los aumentos progresivos, decidieron subsidiar el combustible venezolano en vista de que en su momento, la nación contaba con una bonanza petrolera que dejaba unos excedentes sustanciosos, que dieron pie a miles de casos de corrupción en Petróleos de Venezuela SA (PDVSA).
Sin embargo la administración de Maduro esta consciente de que el aumento de la gasolina es una medida necesaria pero con un costo político muy elevado, pues la moneda venezolana (que vale menos que un centavo de dólar) no aguantaría tal aumento.
Las palabras pesan hoy más que nunca
“Pónganme el petróleo a cero si quieren, Venezuela no se detiene”.
Hugo Chávez Frías, 2009
Hoy es una afirmación cuestionada, en un día gris para el petróleo con un barril a 24,38$ al borde de un abismo económico que podría generar muchas dificultades sociales si no se toman las rectificaciones correspondientes. El plan de Emergencia económica no es uno de ellos.
