Un grupo de 32 cubanos, que llegaron de forma irregular a Belice en su tránsito hacia Estados Unidos, llevan más de seis meses en Hattieville, la única cárcel del país, señala un artículo que publica hoy el diario El Nuevo Herald.
En Belice se considera un delito la entrada ilegal a su territorio y los emigrantes deben pagar una multa de más de 500 dólares, además de enfrentar una posible sentencia de encarcelamiento.
Uno de los que permanecen detenidos, Yorday León Perdomo, de 35 años, narró al periódico cómo fue detenido por las autoridades el 7 de agosto, cuando un coyote accidentalmente lo condujo a territorio beliceño en su ruta hacia México.
León Perdomo fue presentado ante una corte donde según su alegato, lo sentenciaron a pagar la multa o cumplir seis meses de prisión. Él asegura que pagó esa cantidad ese mismo día pero no fue liberado. Él lleva ya seis meses pero afirma que otros cubanos están encarcelados desde mayo.
El joven denunció el trato de las autoridades beliceñas, así como las condiciones de la prisión, en Hattieville, adonde son trasladados los emigrantes sin papeles, pues no existen centros de detención especiales para los indocumentados. La prisión, la única del país, es administrada por la Fundación Kolbe, una ONG cristiana.
“Las condiciones son terribles, nos bañamos con agua salada porque no hay agua dulce. Tuvimos que pagar nuestras sábanas y colchones porque no había. Estamos junto a asesinos, violadores, personas enfermas”, señaló y acusó a esa organización de “hacer un negocio con los emigrantes”.
Añadió que en la misma situación se encuentran emigrantes de otros países, a quienes también “les violan sus derechos”.
La cónsul de Cuba en Belice, Katy Páez, explicó a El Nuevo Herald que según las leyes de Belice, los detenidos ilegalmente son deportados, después de cumplir su condena pero al no existir un convenio de deportación con Cuba, a los cubanos solo les queda “esperar por el proceso de inmigración para darles entrada al país, les ponen una estampa y les dan dos o tres meses para que puedan abandonar el país, pero es un proceso lento”, recalcó.
Generalmente, agregó, los inmigrantes ilegales deben pagar la multa o pasar seis meses en la cárcel pero “eso es una decisión del gobierno de Belice”.
La prensa de ese país reportó en julio del año pasado el caso de otros 19 cubanos que fueron apresados por entrar ilegalmente y fueron sentenciados a pagar la multa y a los seis meses de cárcel.
Páez ha estado visitando a los cubanos mensualmente y dice que los cubanos allí reciben servicios consulares pero subraya que los diplomáticos cubanos “no pueden intervenir en cómo Belice aplica las leyes”.
León Perdomo dijo que una veintena de cubanos sí aceptó que fueran deportados a Cuba pero que él y el resto del grupo no desean regresar a la Isla, por lo cual se mantienen en un limbo legal, pese a haber buscado la ayuda de un abogado en ese país.
