Alexis Neri Guerrero, de la UNPACU, en su domicilio (foto de Alberto Méndez)
CubaNet- LAS TUNAS, Cuba.- Vecinos de un miembro de la organización disidente Unión Patriótica de Cuba (UNPACU) se negaron a integrar un grupo organizado por la seguridad del Estado para impedir que el opositor y su familia asistieran a la Iglesia el pasado domingo.
Alexis Neri Guerrero Cruz, integrante de la UNPACU, reside en calle 13 número 6 en la ciudad de Puerto Padre. La Seguridad del Estado organizó un acto de repudio contra él, pero los vecinos de Guerrero no quisieron participar.
“A mí vinieron a verme para que fuera para el grupo, pero les dije que tenía que trabajar”, dijo un vecino del opositor a este corresponsal, añadiendo que “bastante fastidia esta gente (los del gobierno) a uno, para que encima de eso nos sigan utilizando de instrumento”.
“Yo sencillamente dije que no, que no me meto en esas cosas”, dijo otro vecino del lugar.
Fuentes de CubaNet aseguran que, para evitar ser contactados por la Seguridad del Estado y sus colaboradores, otros vecinos del opositor cerraron sus casas simulando no estar allí.
Según Guerrero Cruz, su esposa María, su nieta Lilian y el también opositor Ángel Millán pretendían acudir a la Iglesia, pero dos oficiales de la seguridad del Estado, haciéndose acompañar de unos 40 funcionarios y empleados del Gobierno, Salud Pública y otras entidades gubernamentales les impedían salir de su domicilio.
“Uno de ellos (agente de la Seguridad del Estado) me dijo que hacían eso porque el cura les había pedido que no nos dejaran ir a la Iglesia”, cuenta Alexis Neri a este corresponsal. “Pero nosotros hablamos con el cura Argimiro Escobar y nos dijo que eso era incierto, que en ningún momento él había pedido que nos alejaran de la Iglesia, y que mantenía sus palabras en cualquier lugar”, aseveró el opositor.
Casa de la familia opositora, manchada con chapapote (foto de Alberto Méndez)
La fachada de la casa Alexis estuvo pintada de blanco en otro tiempo, hasta que reiteradas incursiones de paramilitares adscriptos al régimen ennegrecieron las paredes arrojándoles chapapote. “Pero cada día son menos y vienen porque están comprometidos con el gobierno que los emplea”, dice Alexis, refiriéndose a sus agresores.
Otros opositores entrevistados por CubaNet denunciaron que, como en este caso de Alexis, el régimen del general Raúl Castro ha incrementado desde hace unos cuatro meses la restricción de sus movimientos, impidiéndoles asistir a servicios religiosos, entre otras muchas actividades; y que para ello son objeto de secuestros, apresándolos en sus domicilios o en la vía pública, para luego ser conducidos no a unidades policiales, sino a apartados parajes de la costa o campo adentro, por solitarias carreteras, donde son abandonados sin recursos, a su suerte.
Pero según Guerrero Cruz, este domingo los agentes de la Seguridad del Estado encargados de “botarlo por ahí” no tenían combustible para dar el viaje. “Supe que nada más tenían cinco litros; eso no les alcanzaba para llevarme lejos. Por eso optaron por mantenerme preso en mi propia casa, pero ya ve, los vecinos no se prestaron a eso; y eso es importante porque ya la gente comienza a darse cuenta de quién es quién”.
