A cinco años de la celebración del VI Congreso del Partido Comunista de Cuba, el XIII Pleno del Comité Central de ese organismo político da una noticia que espanta a pesar de que era un secreto a voces. De los 313 lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución derivados del mencionado evento, solo se ha implementado el 21%.
Ante resultados tan flacos el redactor de la nota prefirió escribir 21%, y no el número real, sin aclarar cuáles son y en qué estado de implementación se encuentran los dichosos 65 lineamientos. A este paso, serán necesarios 20 años más para lograr la implementación de los 313 lineamientos. Lo último es a manera de broma, todo el mundo sabe que en realidad nunca se van a cumplir.
Para cooperar con los lectores del periódico Granma que se quedaron sin saber en qué consistieron las “dos fructíferas jornadas” del Pleno del Partido, es necesario hacer un análisis de algunos de los lineamientos y tratar de dar consistencia tangible a toda la baba en que se convirtieron aquellas esperanzadoras asambleas populares previas al VI Congreso.
Entre los lineamientos implementados está seguramente el 01, el cual plantea que “El sistema de planificación socialista continuará siendo la vía principal para la dirección de la economía nacional…”. Claro que este se enreda un poco cuando a continuación dice que “La planificación tendrá en cuenta el mercado…” ¿Cómo se concilia este disparate?
El 02, por derecho propio, es otro de los implementados: “El modelo de gestión reconoce y promueve, además de la empresa estatal socialista…”. En la práctica, las únicas actividades económicas que funcionan con cierta eficiencia son las de la categoría “además de”, pese a todas las trabas burocráticas, altos impuestos, amenazas e incomprensiones que soportan.
El 03 también está implementado y se puede decir que a cabalidad. “En las formas de gestión no estatales no se permitirá la concentración de la propiedad en personas jurídicas o naturales”. Más claro ni el agua, no se reconoce la propiedad privada. Se protege de esta forma el monopolio del Estado como único propietario.
Estos tres lineamientos anteriormente mencionados, equivalen al 1% del total, pero son capaces por sí solos de parar el desarrollo económico y social del país. Es simple aritmética, los congresos del Partido Comunista no aportan nada nuevo porque traen limitaciones de origen.
El debate del tema sobre la “Conceptualización del Modelo Económico Social Cubano de Desarrollo Socialista” fue otro de los asuntos tratados en la reunión de la máxima dirección de los comunistas cubanos, los cuales emitieron 600 consideraciones al respecto. A casi 60 años de construcción del socialismo se aparecen estos señores con que no tienen la más remota idea de lo que hicieron, están haciendo o van a hacer con Cuba. No es por gusto que cada año más de 50.000 cubanos abandonan su país.
Como si no les bastara lo logrado hasta el momento, el grupito de comunistas que dirigen los destinos de la nación cubana se preparan para el 2030 con un “Programa de Desarrollo Económico Social” que, por las experiencias vividas, parece una amenaza a la existencia del pueblo cubano.
Al igual que el resultado de la implementación de los Lineamientos ha sido un rotundo fracaso, lo serán también las 600 consideraciones emitidas en el selecto club del Comité Central del Partido, la Conceptualización del Modelo, el Programa de Desarrollo y el venidero VII Congreso del PCC, que pasará a la historia como uno más.
Hay razones de peso para creer que se están contando los huevos en la canasta antes de que las gallinas los pongan. El Comité Central del Partido Comunista, el Consejo de Estado, el Consejo de Ministros y el General Presidente, por muy brillantes, honestos y bien intencionados que sean, no pueden decidir desde una oficina o un salón de reuniones qué se va a producir, en qué cantidad y a qué precio. El ejemplo más reciente de tal imposibilidad se produjo en la pasada sesión de la Asamblea Nacional del Poder Popular, donde la simple mención de topar los precios vació los mercados.
Si algo se puede reconocer a los comunistas es su tozudez, no les interesa que el otro país con sistema económico estatal planificado que queda en el mundo esté en hambruna crónica; que en los que antes gobernaban regímenes con esa ideología ya a nadie se le ocurre volver; y que en los que aún gobiernan los partidos comunistas hace mucho tiempo que la economía estatal planificada desapareció de los proyectos. Los comunistas cubanos se aferran a la idea de que la libreta de racionamiento es garantía de equidad y justicia social.
