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Los malabares de Raúl Castro

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Cubanet LA HABANA, Cuba.- Raúl Castro no asistirá a la IV Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, en Quito, Ecuador, el 27 de enero, pero realizará una visita de Estado a Francia el 1ro de febrero.

Mucho le sirvió el proceso de acogida en los mecanismos de integración hasta su consagración en la novel CELAC, que presidió en la II Cumbre realizada en La Habana en enero de 2014.  El momento estelar llegó con su sorpresiva comparecencia televisada el 17 de diciembre para anunciar el diálogo con Estados Unidos, al igual que el presidente de norteamericano.

Su camino hacia el reconocimiento internacional culminó con los rutilantes debuts en la VII Cumbre de las Américas en Panamá, en abril,  y las Naciones Unidas en septiembre de 2015, junto al presidente Barack Obama. Posiblemente elude comparecer en la CELAC para  evitar conversaciones difíciles con los presidentes centroamericanos por la crisis migratoria ocasionada en aparente contubernio con Daniel Ortega, y las tensiones en torno a la situación en Venezuela. Ahora se lanza hacia la conquista del Viejo Continente

Francois Hollande está apostando duro para posicionar a sus empresarios antes de que llegue la difícil competencia con Estados Unidos. Apresurado, fue el primer presidente europeo en pisar La Habana, adelantándose, por si acaso, a Barack Obama. Ahora le tiende la alfombra roja al general presidente, que ya ha sido visitado por el premier italiano y el vicecanciller (viceprimer ministro) alemán.

Si bien el aislamiento favorece a los regímenes totalitarios, en La Habana se procura la apertura para afrontar la pérdida del mecenas venezolano y la resultante profundización de la crisis económica. Las negociaciones con la Unión Europea para suscribir el Convenio de Colaboración han avanzado lentamente, y para sortear los escollos se han establecido acuerdos bilaterales por la mayoría de los 28 miembros del bloque, pero en el año transcurrido después del 17D el ritmo y el nivel de los contactos se han acelerado.

El caso es que mientras persistan las medidas del embargo comercial norteamericano que afectan a terceros países, las grandes compañías no realizarán las inmensas inversiones apetecidas por el gobierno cubano. Tampoco resulta atractivo invertir en Cuba por las limitaciones de la Nueva Ley, la falta de garantías, el enjambre de regulaciones, la burocracia y otros serios escollos.

Sin embargo, este es el momento oportuno para posicionarse con vistas a avanzar en el mediano plazo.  En abril será el VII Congreso del Partido Comunista que determinará el Buro Político, el Secretariado y el Comité Central, donde probablemente se confirmen o asciendan los relevos de los dirigentes históricos, que homenajearán el próximo 90 cumpleaños de Fidel Castro.

Allí deberá adoptarse un plan de contingencia ante el desplome que sobrevendrá con la debacle política en Venezuela y la caída del precio del petróleo, aunque en maniobra de entretenimiento se lo denomina “Conceptualización del Modelo Económico Social Cubano de Desarrollo Socialista”, con el propósito de definir las bases teóricas y las características esenciales del “Programa de Desarrollo Económico y Social hasta el 2030. Propuestas de Visión de la Nación. Ejes Estratégicos, Objetivos y Sectores Estratégicos”.

Por su parte, el presidente Obama analiza visitar Cuba en el primer trimestre del año. En caso de realizarlo, la partida estaría a su favor, con una población agradecida por los beneficios traídos con sus medidas desde 2009, y que podrían ser mayores si el gobierno cubano facilitara la implementación. El columpio en que se balancean las autoridades cubanas es muy frágil, a tenor con las afectaciones de los vaivenes de la economía mundial.

Actualmente, la mayor parte de los encuentros han arrojado pequeños negocios e inversiones. Si no aceleran los cambios, continuarán perdiendo el impulso conferido por las negociaciones con Estados Unidos.

Written by CubaNet

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