Café Fuerte En medio de la algarabía electoral y los pronósticos derivados del tradicional Caucus de Iowa de este lunes, la victoria contundente de Ted Cruz y Marco Rubio en las primarias republicanas es un hecho sin precedentes en los anales de la carrera hacia la Casa Blanca.
Merece hacer un alto y poner en perspectiva la conquista de Cruz (senador por Texas) y Rubio (senador por Florida) entre los votantes del Partido Republicano en la arrancada del maratón hacia Washington, más allá de las simpatías o las furias políticas e ideológicas que puedan despertar en ambos bandos del espectro electoral.
Se trata de la primera vez en la historia americana que contendientes hispanos -cubanos por más señas- avanzan a una elección primaria por la presidencia de Estados Unidos. Aunque los políticos de origen cubano han llegado hasta los niveles más altos en gobiernos locales y estatales, gabinete federal y Congreso de Estados Unidos, nunca antes un cubanoamericano se había empinado hasta una carrera por la Oficina Oval.
El triunfo de los dos aspirantes cubanoamericanos, que capitalizaron más de la mitad de las preferencias en las urnas republicanas, es realmente contundente en un estado con 90 % de angloamericanos.
Comienzo del peregrinaje
Iowa es el comienzo del pegrinaje y la puja política que vive Estados Unidos cada años de elecciones presidenciales. La tradición comenzó en 1972 con las primarias de los demócratas, a lo que luego se sumaron los republicanos. El estado, eminentemente rural y con una importante población universitaria, concede 44 delegados demócratas y 30 republicanos, y su veredicto anticipado ha sido clave en anteriores procesos electorales en términos de impulso a las recaudaciones o preferencias por los candidatos.
Como adelantaron las encuestas, el senador republicano Rafael Edward “Ted” Cruz ganó en Iowa con el 28 por ciento de los votos, más de 51,000 personas. A Ted lo siguió el estrafalario pero convincente Donald Trump con el 24 % y Marco Rubio, que alcanzó un sorprendente tercer lugar con el 23 por ciento de apoyo.
Por eso el gran avance en Iowa fue de Rubio más que de otro contrincante, pues logró no sólo posicionarse en el trío de aspirantes a derrotar, sino que consiguió relegar al bloque del ala moderada del Partido Republicano, entre ellos su otrora mentor político Jeb Bush.
Por cierto, que tanto Bush, quien apenas tuvo un 3 % de votación, como los demás candidatos republicanos, tuvieron una noche catastrófica: Chris Christie, Carly Fiorina, John Kasich y Mike Huckabee, el 2% cada uno. He hecho, el resultado fue el momento del adiós de Huckabee, que anunció su retirada de la carrera por la nominación.
Victoria pírrica
Mientras, la otra sorpresa de la noche fue el empate técnico de los candidatos demócratas Hillary Clinton y el senador de Vermont, Bernie Sanders, cada uno con el 50 % de la votación. Para los demócratas fue la despedida de Marton O’Malley.
Aunque Clinton ha declarado la victoria por margen de 49.8% por el 49.6% de Sanders, cualquier afirmación es insignificante para borrar la comprensión que el verdadero triunfador de esta contienda fue el senador de Vermont, un hombre con ideas de socializar las riquezas y atención a la pobreza.
El despegue de Sanders contra la pírrica victoria de Clinton envía un fuerte mensaje al Partido Demócrata cuando las primarias se desplazan a New Hampshire, donde Sanders es tremendamente popular y debe resultar vencedor el martes 9 de febrero.
Iowa mantiene así su poder de decantación de posibilidades. A partir de ahora veremos desgajarse la fila de aspirantes hasta las convenciones partidistas del verano, donde saldrán los dos contrincantes para las elecciones de noviembre.
Angel político y dinero
La jornada de este 1ro de febrero dejó la marca de lo que ha sido el avance de los cubanos en el acontecer político del país más poderoso del mundo. Tal vez Cruz tenga más dificultades para avanzar sin el espaldarazo de los conservadores evangélicos que recibió el lunes, pero su campaña ha demostrado avanzar en tierra firme, pisando los terrenos que resultan seguros para asimilar su conservadurismo raigal.
Cruz ha ganado un escalón, pero no es favorito ni mucho menos para ganar otras primarias. Sus posturas radicales, sintonizadas con el macarthismo trasnochado del Tea Party, no consiguen vertebrarse plenamente en la retórica republicana que busca acomodarse a los latidos de una realidad cada vez más ideológicamente erosionada.
El ángel político de Rubio puede resultar un factor ascendente a partir de ahora y mucho dependerá del dinero que logre inclinar a su favor, en caso de que Bush decida no proseguir en la ruta.
Imagino los análisis que a partir de ahora se generarán en los espacios de la Mesa Redonda de Cuba, sobre todo por el avance del “muchacho conservador de Miami”.
Por ahora anotemos la fecha: 1ro de febrero, el día en que dos políticos cubanos hicieron historia en Estados Unidos.
