Habana Linda Este cubano relata la historia de cuando era niño su mamá le dio tres pesos cubanos, pero tres pesos no le daban para hacer nada, entonces se fue para la Habana Vieja, un 16 de noviembre y se paró frente a una ceiba y la madre le dijo por cada peso pidiera un deseo.
“Caballero se me cumplieron los deseos, valió la pena gastar tres pesos pidiendo deseos.”
Mis sueños se hicieron realidad…
Publicación redactada por Habana Linda