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Mercados ‘topados’, con precios bajo control pero poca variedad y calidad

Es-obligatorio-colgar-la-propaganda-a-la-entrada-de-los-agromercados-y-puntos-de-venta.-Foto-P.-Chang1
Foto (Archivo)

Diario de Cuba La decisión de poner límites a los precios en algunos agromercados de la capital ha frenado el aumento de los costos para la población, pero muchos clientes se quejan de la poca variedad y escasa calidad de lo que consiguen comprar.

“Los precios son fijos para los 72 (agros) topados, de los ciento y pico estatales que hay en la provincia”, explica el administrador de El Peruano, en la Zona 8 de Alamar. “Así que no pueden variar de municipio a municipio, pero sí deben variar para este mes porque eso se decide mensualmente”.

Los mercados estatales han tenido durante años un sistema de precios topados y precios liberados. La novedad es que en estos 72 agros todos los productos tienen precios controlados. En los mercados estatales restantes los precios son liberados excepto algunos productos como los frijoles y el arroz importado.

“La solución no es topar los precios”, opina el administrador de otro agromercado de Alamar que aún no ha sido regularizado. “Lo que está pasando con el ajo, por ejemplo, es que los guajiros cuando llegan y les dicen que deben venderlo a un precio que no les conviene lo almacenan y están fumigándolo hasta que al Gobierno se le pase el ataque… Si algo hemos aprendido es que aquí todo es por racha, porque comida no hay desde hace años”.

“Lo único que puede contra la crisis es la abundancia”, sentencia.

La decisión de controlar los precios sigue a la subida experimentada en los últimos meses debido a la baja producción, el mal tiempo y una mayor demanda.

“Los precios son de pueblo, pero es una basura lo que llega”, comenta sin embargo Gonzalo, vecino del agro El peruano. “Parece que nos están vendiendo la barredura de El Trigal”, un mercado mayorista.

“Aquí le ponemos nombre a todo. A esto le llamamos agro y lo único que tiene son dos tarimas con rastrojo”, se queja Livia, residente en la Víbora, donde muchos vecinos se dedican a la “caza” de los camiones que llega con suministros.

Uno de los vendedores del “topado” de Delicias y Altarriba, aconseja estar atentos. “En cuanto llega el camión empieza la cola. Cuando es por la mañana, ya al mediodía no queda nada. Pero no es que haya un horario fijo. El camión puede entrar lo mismo a las 8:00 de la mañana que a las 5:00 de la tarde”.

“No se puede decir con seguridad qué entrará ni cuánto. Hoy pueden ser dos sacos de yuca y diez cajas de tomate, y todo se va al momento”, añade.

Los consultados coinciden en que el aspecto tanto de los productos como de los lugares de venta es deplorable.

“Mira, no me jodas, ese listado es para inflar. ¿Tú sabes lo que es regular el precio de los cocos? ¿Cuando eso estuvo caro? (…) Y se están adelantando con los precios de la papa que todavía no llega, pero que nada más se puede vender aquí”, comenta Leticia sobre la relación de precios “topados” colocada en el agro de su vecindario.

Con el “aquí” se refiere a los agros estatales, los únicos que pueden vender papas.

“Parece que no saldremos nunca de la canasta básica. Es lo mismo de siempre: boniato, papa, malanga, plátano, cebolla, calabaza, frijoles, arroz y ajo en todas sus variantes. Más dos o tres verduras y frutas. La verdad es que nos están garantizando una dieta equilibrada, pero muy pobre”, agrega.

El listado, de 44 productos, tiene dos variedades de malanga; cuatro de plátano, tres de cebolla; tres variedades de frijoles; y dos de zanahoria, fruta bomba y cocos.

“Salí a buscar comida y regresé con unos plátanos maduros que dan grima”, cuenta Luisa, vecina de Marianao. “Hasta el boniato, que antes se compraba para el pelo de los perros, ahora hay que comprarlo para matar la perra hambre que tenemos”.

Written by @diariodecuba

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