Mucho antes de las decapitaciones del Estado Islámico difundidos en videos a través de las redes sociales, Fidel Castro y el Ché Guevara documentaban sus prácticas de la manera más ruin y despiadada.
Ese es el mismo Castro, quien ata la venda a un niño de un pobre país, que aún no acababa de ver cara a cara la definición castrista de liberación. Ese es el mismo Raúl, que se ríe a carcajadas mientras disfruta de la revista LIFE. Dos caras de una misma realidad, de esa realidad que los Castro presentaron para La Habana.
La ejecución de Howard Anderson, ciudadano norteamericano por resistirse al robo de sus estaciones de servicio y su concesionario Jeep, acción que ejecutarían los hombres armados de Castro en 1960, demuestra el nivel de maldad y resentimiento social que se instauró en la Isla.
“¡Muerte al americano! ” Gritó el fiscal comunista de Howard Anderson en su farsa de juicio el 17 de abril de 1961. ” El fiscal era un loco”, Afirma un diplomático suizo que fue testigo del juicio “, saltando sobre las mesas, gritando , señalando , como el Sr. Anderson simplemente le devolvió la mirada.
En una sesión final de la tortura , los agentes de Castro drenan la sangre del cuerpo de Howard Anderson antes de enviarlo a su muerte en el pelotón de ejecución.
Howard F. Anderson, fue ejecutado por un pelotón de Cuba el 19 de abril de 1961, dos días después de haber sido declarado culpable de ayudar para el contrabando de armas a un grupo anti-Castro en la isla.
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