Los derechos sexuales y reproductivos son el resultado de largas y sostenidas luchas de diferentes grupos sociales: organizaciones no gubenamentales; grupos feministas; organizaciones estadales y diversos voluntariados a escala mundial, entre otros; impulsaron diversas iniciativas, a fin de que los DSR se reconocieran y fueran protegidos por los derechos humanos.
Considerando tales esfuerzos, debemos admitir que los derechos no son un regalo. Lo ideal es que todas y todos los ejerzamos con plena conciencia sobre el significado intrísico que suponen para la dignificación de las personas y de los diferentes grupos sociales.
La historia para el reconocimiento de los DSR es de larga data, no obstante, la Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo (CIPD), celebrada en El Cairo en 1994, significó un hito de relevancia creciente para la garantía y el ejercicio de tales derechos. Más de 180 Estados participaron en las negociaciones para finalizar el Programa de Acción en el área de población y desarrollo para los siguientes 20 años.
VER: Informe de la Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo (1994)
En este evento se acordó que la población y el desarrollo estaban estrechamente vinculados, por cuanto, no es posible lograr el desarrollo, sin garantizar la calidad de vida de la población. Es por esto que, en adelante, se afirme con frecuencia que, los DSR son “los derechos más humanos de todos los derechos”, puesto que garantizan la preservación de la vida humana y su reproducción en el planeta.
Lo ideal es que todas y todos podamos ejercer estos derechos desde la igualdad, es decir, dar las mismas condiciones, trato y oportunidades a hombres y mujeres.
También los DSR, se deben ejercer desde la equidad, lo que supone ajustar las condiciones, el trato y las oportunidades a las características especificas de los diferentes grupos sociales.
El Programa de Acción de la Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo, definió los derechos reproductivos como aquellos que:
“… abarcan ciertos derechos humanos que ya están reconocidos en leyes nacionales, documentos internacionales sobre derechos humanos y en otros documentos aprobados por consenso. Éstos derechos se basan en el reconocimiento del derecho básico de todas las parejas e individuos a decidir libre y responsablemente el número de hijos, el espaciamiento de los nacimientos y a disponer de la información y de los medios para ello, así como el derecho a alcanzar el nivel más elevado de salud sexual y reproductiva…”.
Se espera que todas las personas puedan construir su propia “biografía sexual” desde el ejercicio libre, pleno, seguro y responsable de su sexualidad. Este cometido amerita que estemos informados y formados con relación a los DSR, razón por la cual, se estima que la educación de la sexualidad sea incorporada desde las edades tempranas de la vida, tanto en la familia como en la escuela. Hay países que ya tienen avances en esta materia.
Algunos derechos sexuales y reproductivos
En el Programa de Acción de El Cairo, los DSR están ampliamente definidos y suficientemente explicados, no obstante, aquí le presentamos algunos muy puntuales.
- Derecho a la vida, derecho fundamental que permite el disfrute de los demás derechos.
• Derecho a la integridad física, psíquica y social.
• Libertad a la finalidad del ejercicio de la sexualidad: recreativa, comunicativa, reproductiva.
• Respeto a las decisiones personales en torno a la preferencia sexual.
• Respeto a la opción de la reproducción.
• Elección del estado civil.
• Libertad de fundar una familia.
• Libertad de decidir sobre el número de hijos, el espaciamiento entre ellos y la elección de los métodos anticonceptivos o proconceptivos.
• Derecho al reconocimiento y aceptación de sí mismo, como hombre, como mujer y como ser sexuado.
• Derecho a la igualdad de sexo y de género.
• Derecho al fortalecimiento de la autoestima, la autovaloración, y la autonomía para lograr la toma de decisiones adecuadas respecto a la sexualidad.
• Expresión y libre ejercicio de la orientación sexual.
• Libertad de elegir compañero(a) sexual.
• Elegir si se tienen o no relaciones sexuales.
• Elegir las actividades sexuales según las preferencias.
• Derecho a recibir información clara, oportuna y científica acerca de la sexualidad.
• Derecho a espacios de comunicación familiar para tratar el tema de la sexualidad.
• Derecho a la intimidad personal, la vida privada y al buen nombre.
• Derecho a disponer de servicios de salud adecuados.
• Derecho a recibir un trato justo y respetuoso de las autoridades.
• Derecho a recibir protección ante la amenaza o la violación de los derechos fundamentales, sexuales y reproductivos.
Es fundamental desarrollar el juicio crítico y hasta el escepticismo, a fin de observar nuestra realidad cercana, y de esta manera, cuidar que los DSR se cumplan y se consoliden tanto para sí mismos como para nuestra comunidad.