Cuba es un país de enamorados. Aún así, cuenta con los promedios de divorcios más altos de toda América Latina.Los últimos datos de la Oficina Nacional de Estadísticas e Información de Cuba (ONEI) (http://www.onei.cu) publican un total de casi 33 mil divorcios en el 2013. Eso quiere decir que en un año 66 mil cubanos se dijeron “adiós, que te vaya bien”. En el 2013, de los 33 mil divorcios, alrededor de 10 mil divorcios ocurrieron en matrimonios que habían estado juntos:
– de 0 a 5 años
– de 6 a 10 años, y
– por más de 15 años
Las estadísticas cuentan que antes del 1963, las tazas de divorcios en Cuba eran ínfimas. Fue en el 1963 que por primera vez en Cuba la taza sobrepasó la barrera de uno por cada 1.000 habitantes. Y en las últimas décadas, 64 de por cada 100 matrimonios cubanos se divorciaron (estadísticas del 2009).
Pero, qué le mata el amor a tanta gente?
En el resto del mundo, los estudios indican que los problemas de pareja se deben a 3 causas principales: discrepancias en cuanto a las finanzas, la crianza de los hijos y con relación a temas espirituales. En Cuba, además esas constantes los cubanos tienen que lidiar con factores muy comunes. A esos se deben las tazas más elevadas de divorcio en América Latina.
- El problema de la vivienda: En Cuba, la situación de la vivienda se considera una de las razones principales de las separaciones de pareja. Despuntando la revolución en año 1959, el problema de la vivienda en Cuba se agravó. El gobierno usurpó los bienes ‘extras’ al pueblo para técnicamente dárselas a quienes no tenían nada. Al que tenía tres casas le quitaron dos, y esas
dos se las asignaban a los vanguardias comunistas u otros héroes de la revolución. Con eso también vinieron reglas que prohibieron al cubano tener más de una casa. Comprar casas se prohibió, y por mucho tiempo solo se permitía permutar a los que ya tenían casas.
En un mismo núcleo familiar en Cuba es común ver que viven los abuelos –generalmente los dueños de la casa-, con sus hijos / hijas y sus respectivos matrimonios, y los nietos.
Una de los factores más elementales para la sobrevivencia en un matrimonio es la independencia y la intimidad. Los problemas de convivencia en tales súper-familias devastan grandemente a los matrimonios. Eso en Cuba es un lujo que muy pocos tienen.
Se saben de muchos matrimonios incluso, que por las trabas de la vivienda no logran tan siquiera vivir juntos. Después de casados se tienen que quedar cada uno en casa de sus padres y buscar maneras muy ingeniosas para fomentar la intimidad.
2. La prohibición de la religión: Las influencias Marxista-Leninistas reemplazaron las creencias en Dios y el cristianismo que -hasta el 1959 – reinaba en Cuba. Algo bueno que traen todas las religiones, es que propone un sistema de fe y apoyo para las familias, y por consiguiente, para las parejas.
Mi abuela me cuenta que antes de la Revolución la gente en Cuba iba a la iglesia, pero después del 59 al que se le descubriera rezando o yendo a la iglesia podía perder el trabajo. Y en dependencia de la ‘gravedad’ de sus tendencias religiosas podría hasta ser enviados a centros de rehabilitación. A lo largo de los años, las parejas en Cuba perdieron lo sagrado que ofrecía la religión, los mandamientos y tal anarquía romántica resultó en rupturas y desenlaces en las parejas que explican los índices que hoy por hoy reporta la ONEI.
3. Las carencia: Se puede decir que, mientras Cuba fue ‘niña de teta’ de Rusia, en la isla se vivía más o menos bien. Antes de los años 90 del bloqueo americano ni se hablaba porque las tarimas de las bodegas estaban llenas de productos que Rusia facilitaba. Y aunque la cuota no alcanzaba para sobrevivir, el cubano con su pequeñísimo salario podría comprar lo que necesitaba para sobrevivir.
La pobreza real comenzó en los 1990, con la caída del 
campo comunista, que trajo a Cuba un hambre general. La cuota se redujo a cantidades ínfimas y las tarimas de las demás tiendas totalmente se vaciaron. Como dato curioso, el número de divorcios en Cuba alcanzó su marca más alta en la historia en el 1993, con casi 65 mil divorcios reportados por la ONEI.
Desde entonces las tiendas de Cuba han quedado crónicamente desabastecidas y con ello las parejas han quedado crónicamente afectadas por no disfrutar de las cosas esenciales para sustentar a la familia.
Existen innumerables estudios que comprueban que el no tener lo esencial para vivir conlleva a problemas sociales y personales que pueden destruir a las parejas de cualquier lugar del mundo. Y esta es una de las grandes torturas por las que pasan las parejas en Cuba.
Hace décadas el cubano vive con un salario equivalente a un dólar – o menos – al día. (Lee Cuba el país mas pobre de Latinoamérica) Por la cuota, al cubano le toca media libra de pollo al mes por persona (un muslo de pollo), dos libras de arroz, un pan por día. La leche se uno de los alimentos más estresantes. Al cubano de más de 7 años no le toca leche, y si quiere leche tiene que ir a comprarla a una tienda donde un litro cuesta el equivalentes a 2 dólares con 50 centavos. En una súper familia como las del núcleo familiar cubano, un litro de leche se va en un desayuno.
“Que voy a darle de comer a mi familia” es la gran preocupación y la pregunta más constante de toda mujer y hombre de la isla. Lo cierto es que ese tipo de pregunta deja muy poco tiempo a la pareja para preocuparse por cosas relacionadas con el amor.
En Cuba se llegó a estilar casarse con alguien porque el gobierno daba unas cuantas cajas de cervezas a los novios, lo cual la gente vendían, y luego se divorciaban (Lea el cuento Boda por cerveza para que vean como funcionaba eso)
4. La competencia del turista:
Una tendencia en Cuba que comenzó en los 90 con el auge del turismo internacional (incluyendo el turismo sexual) en Cuba, es casarse con extranjeros. La principal razón por la cual los cubanos comenzaron a escoger parejas de otros países es porque ofrecían mejor perspectiva de vida que las parejas nacionales.
La novela cubana “María Mariposa” es un retrato de como en medio de tantos cubanos, la competencia del turismo es fuerte. Las hay que tienen sexo con una extranjero después del otro y si lo combinan bien, como hizo Cindy, la amiga de María Mariposa, puede comprarse una casa con el dinero que hace con los turistas. Pero las hay que andan buscando amor, con María, en un sistema donde rige la necesidad de encontrar formas para adquirir las necesidades más básicas para vivir, y a veces hasta para crecer como mujer.
Muchos hombres y mujeres por el mundo van a Cuba buscando pareja. Y como pasa en cualquier lugar del mundo, la gente se casa con quien es un “buen partido”. No es que sea negocio, porque hasta en Canadá las mujeres cuando salen con los hombres lo primero que preguntan es “en qué tu trabajas”.
A los cubanos, en los últimos años, se les ha hecho muy difícil competir con lo que puede ofrecerle un extranjero a una cubana. Muchos han tenido que vivir la dolorosa experiencia de ver al amor de su vida irse con un extranjero porque él no tenía mucho que ofrecer.
La cuestión del matrimonio en Cuba se hace difícil por todas estas cosas, y mantener los matrimonios saludables y felices por los años de los años, se ha convertido en algo ya, casi imposible.
Jocy Medina, para un Pedacito de Cuba
