El mundo sería testigo de una decisión que cambiaría 118 años de historia. El cierre de Guantánamo y la posibilidad de que el territorio fuese recuperado por los cubanos, marcaría un hito sin precedentes.
¿Podría poner esto fin a la histórica rivalidad entre el “imperio yankee” y la isla caribeña? El cierre de la cárcel sería viable pero ¿Estados Unidos desocuparía la Base Naval de Guantánamo?
Este marte Barack Obama declaró sobre su firme compromiso de clausurar Guantánamo porque a su juicio, su existencia es contraria a los valores americanos, perjudica a la seguridad nacional y es caro.
“Se trata de cerrar un capítulo de nuestra historia”, dijo el presidente Obama, que calificó la decisión como un reflejo de “las lecciones aprendidas del 11 de Septiembre”.
Una vuelta atrás
El histórico conflicto territorial data desde el 1898, cuando el Congreso de EEUU declaró la guerra a España. Aunque Estados Unidos la llama La Guerra Española-Estadounidense, para Cuba es la intervención de EEUU en su segunda guerra de independencia, por lo que se conoce como la Guerra española-cubana-americana.
Con el argumento de lanzarse a la guerra para liberar a Cuba de España, versiones de la historia señalan que Washington se apoderó de las colonias españolas Guam y Las Filipinas, en el Pacífico, y Puerto Rico y Cuba, en el Atlántico.
Arrebatándoles la victoria de las manos a los rebeldes cubanos que prácticamente habían derrotado a los colonialistas españoles, las tropas de EEUU ocuparon la isla, y el puerto en la Bahía de Guantánamo, durante cuatro años.
A cambio de la remoción de esas tropas, el gobierno cubano, que había sido instalado por Washington, incorporó en la nueva constitución cubana la Enmienda Platt, un tratado permanente de arriendo 117.6 Km2 de la Bahia de la ciudad de Guantanamo a los EEUU.
La Base Naval de Guantánamo, ubicada cerca de la punta oriental de Cuba fue instalada allí, en una posición estratégica en el Caribe.
En Guantánamo, Cuba tendría una oportunidad valiosa para el reimpulso del turismo en la Isla, dado el potencial mercantil del curso en esas aguas. Pero la estratégica posición perjudicaría considerablemente la seguridad norteamericana y la de sus aliados.
Rusia y China estarían sumamente interesados en la zona y dada la proximidad de estos países con el gobierno de los Castro, no sería de extrañar algún tipo de alianza. Esto en un tono alentador y no por poner en escenario el principal riesgo: grupos terroristas del mundo.
Guntánamo representa un puerto de aguas profundas, con 49 km2 de tierra firme, 38,8 km2 de agua y el resto es de terreno pantanoso. El arrendamiento de la bahía de Guantánamo estipulaba que no expiraría hasta que ambos países acordaran su terminación o hasta que los Estados Unidos no la necesitase.
Esta ley del Congreso de Estados Unidos fue impuesta a la primera Constitución cubana bajo la amenaza de que de si no se aceptaba, la isla permanecería ocupada militarmente.
El actual gobierno cubano exigió el 5 de marzo de 1959 que Washington terminara su ocupación en la provincia de Guantánamo. Pero Washington la ha continuado arrendando.
¿Qué pasaría si Cuba recupera este territorio?
Se hablaría de la reivindicación para Cuba. Una ventajosa oportunidad de enaltecer su triunfo en el histórico conflicto territorial.
¿Logro para los cubanos? No tan seguro. Aún cuando todos los países están en el deber de defender su territorialidad, su espacio aéreo, marítimo y territorial, la posesión soberana va mucho más allá de una aceptación de linderos. Cuba se sabrá soberana el día que la petición de libertad no sea un motivo de persecución sino un derecho intrínseco como ciudadanos.
Con información de la Universidad de Toronto y el Comando Naval estadounidense