Cuando subió el precio internacional del petróleo, en Cuba se alzó el de la gasolina pero cuando este bajó, el valor de los combustibles también se redujo. Parece una reacción bastante lógica pero curiosamente no se reproduce en los productos de primera necesidad.
Las autoridades cubanas aumentaron el precio de la leche argumentando el alza del mercado internacional pero mantienen el mismo precio ahora que su valor se redujo a la mitad, 3 169 USD la tonelada, según Leovigildo Jiménez Bécquer, director general de la Empresa de Productos Lácteos Río Zaza.
Hoy en Cuba resulta más barato comprar un litro de gasolina que uno de leche. El problema reside en que la gran mayoría de las familias cubanas no consumen gasolina pero todas necesitan leche.