Lawton, La Habana, Paulino Alfonso, (PD) Sr. Modesto: A pesar de sus recientes éxitos, con Monsieur Hollande y su benefactor y amigo Mr. Obama, “los acontecimientos en pleno desarrollo”, como dice, con su frase de rigor, el colega Walter Martínez, no parecen darle el sosiego que usted tanto precisa
No bastaban los follones que Nicolás Maduro cp. “El Cambur” heredó del difunto caudillo Chávez, como le dijera el presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, Sr. Henry Ramos Allup. Están también los sofocos de la ex terrorista de la banda de ladrones de Carlos Lamarca, Sra. Dilma Rousseff, y los del latin lover Sr Rafael Correa, quienes fueron sorprendidos no solo por el desplome del petróleo, sino por haber perdido la flauta encantada con que adormecían a sus respectivos pueblos.
Como todo esto es harto conocido y no quiero ser en manera alguna redundante, no agregaré una palabra más al respecto.
A la creciente lista de compadres se agregó otro invitado: me refiero al decepcionado y ahora desvelado Sr Juan Evo Morales Ayma cp. El Inca, quien acaba de despertar, al igual que el Cambur Maduro, lo hizo al caerse de la cama.
¿Dónde nos equivocamos?, se preguntan hoy el Inca y su eminencia gris, el trotskista y ex terrorista Álvaro García Linera.
Usted, que sí conoce la causa, sibilinamente la esconde y solo brinda a estos camaradas té y simpatía, ya que hoy lo primordial para usted, la momia y el resto de la corte milagrera, son los bussines.
Fueron las enseñanzas de su hermano – no el mayor, bastante ignorado por usted y el otro hermano, que hace unos días partió al eterno Oriente, como dicen los masones mexicanos, con títeres y petacas- las que causaron la derrota de Evo Morales.
Su hermano tenía un solo fin, mantenerse en el poder a cualquier costo. Esto se resumió en la famosa frase que histérico lanzara en 1994, cuando dijo y cito “Yo soy la revolución, el socialismo y la patria”
Soy el primero en reconocer que Juan Evo Morales Ayma ha sido hasta hoy un buen presidente, cosa de la que usted está muy distante.
El presidente indígena y su caucásico consigliere han levantado la economía de un país casi tan depauperada como la de su finca Castrolandia, y todo a través de la democracia. Su único error fue tratar de perpetuarse como si Bolivia fuera el feudo que ustedes desgobiernan y los bolivianos se hubieran convertido en un manso rebaño como es el que ustedes por el miedo, el hambre y la represión, han convertido mi bravo pueblo.
Señor Modesto, como su benefactor Obama pronto hará mutis por el foro, el Congreso norteamericano no parece estar preocupado con su caso del embargo, y al paso que van los acontecimientos en pleno desarrollo, se le acaban los compadres, le hago dos preguntas: ¿A quién piensa dejarle usted el follón? ¿A Alejandrito o al clown Díaz Canel?
Como quiera que lo conozco bien y sé que usted no cambiará, me reitero hasta que la muerte nos separe, enemigamente suyo
palfonso44es@gmail.com; Paulino Alfonso