Tras haber comparecido por unas tres horas en una comisaria de Congonhas, en el estado de Sao Paulo, el ex presidente de Brasil, Luiz Inacio “Lula” Da Silva se dirigió a la sede del Partido de los Trabajadores (PT).
Desde ahí dijo que “no era necesario” que lo arrestaran para acudir a comparecer y que la acción solo “ha despertado en mi la llama” pero no aclaró si se presentará como candidato a la presidencia del país.
Dijo que la justicia es necesaria para la democracia y rechazó lo que a su juicio es el uso de la misma para los intereses “de grandes consorcios mediáticos” en su contra y en contra de los brasileros.
Medios locales dan cuenta de que Da Silva estuvo acompañado en su comparecencia por dos procuradores y tres abogados y señalan que los principales puntos de la investigación fueron “las propinas recibidas” a través del Instituto Lula, que habrían servido para financiar la campaña electoral de la presidenta Dilma Rousseff.
Ademas, se investiga la propiedad de algunos inmuebles de alto valor. Sin embargo se desconoce si estas propiedades están o no a nombre de Lula Da Silva.
La detención del ex mandatario brasilero, quien fue sacado de su residencia con esposas, genero manifestaciones de sus seguidores y detractores.