(Diario de Cuba).- Casa de las Américas llega a la quince edición de su Premio de Musicología, y al IX de su Coloquio Internacional con el reto de acoger a más de 200 investigadores —musicólogos, antropólogos, historiadores, etnólogos, sociólogos, docentes e instrumentistas— de América y Europa, entre los que se encuentran premiados y jurados de ediciones anteriores, y quienes asistirán además al XII Congreso de la rama latinoamericana de la Asociación Internacional para el Estudio de la Música Popular (IASPM-AL).
Del 7 al 11 de marzo, en jornadas que abarcarán 12 simposios y cuatro ejes temáticos con sedes en el Centro de Investigación y Desarrollo de la Música Cubana (Cidmuc), la Asociación de Músicos de la UNEAC y las salas de la propia Casa, se llevará a cabo el Congreso.
Al Premio (único, con valor de 3.000 dólares) se presentan una decena de autores, de Chile, Costa Rica, Ecuador, México y Cuba, cuyos textos en concurso serán evaluados por un jurado compuesto por Miguel Ángel García (Argentina), Rubén López Cano (México), Martha Tupinambá de Ulhôa (Brasil), María Antonia Virgili (España) y María del Rosario Hernández (Cuba).
Visiones de América, sonoridades de América, reúne a los estudiosos de IASPM-AL evocando a Alejo Carpentier y su travesía por el continente, su cartografía del paisaje y las gentes: de manera análoga, dicen los organizadores del evento, “el congreso pretende recorrer nuestra América explorando sus geografías sonoras, sus paisajes auditivos, sus géneros y los discursos con que las músicas populares interpelan a los sujetos. Se propone explorar tanto los nuevos caminos musicales y populares como aquellos recorridos realizados desde antaño y que han conformado nuestras identidades”.
Son ejes temáticos del Congreso, Latinoamérica y su relación musical con el mundo; La música popular y la pedagogía musical en América Latina; Músicas populares subalternas o marginadas yCancioneros, géneros musicales y complejos genéricos en América Latina.
Llama la atención la gran presencia de estudiosos brasileños, con ponencias como “Os mariachis sertanejos: a música sertaneja entre rancheiras e corridos mexicanos” (Allan de Paula Oliveira), o “Sobre habaneras, tangos e milongas—ressonâncias e ressignificaçöes na música popular urbana nas ciudades portuárias de Buenos Aires e Rio de Janeiro na segunda metade do século XIX” (Joana M. Saraiva), y “Fluxos da cançäo popular nas Edades de Oro do cinema musical latino-americano” (Guilherme Maia e Inara Rosas).
Por Cuba, Grizel Hernández Baguer trae “Identidad de género, raza y sexualidad en el hip hop cubano a través del imaginario feminista de Krudas Kubensi”. Y Amaya Carricaburu, “Cantares de Mayabeque”. Otras: “Tensiones políticas y raciales en el carnaval santiaguero de 1957” (Rolando A. Pérez); “Jojazz. Una nueva historia del jazz cubano” (Yentsy Rangel); “Reguetón latino: historias musicales alternativas en el imaginario de las culturas juveniles cubanas” (Liliana González), entre otras.
Colombia y México siguen a los brasileños en cantidad de ponencias presentadas, detrás de argentinos, chilenos y peruanos, todos con estudios muy puntuales: Violeta Parra y Caetano Veloso serán objeto de análisis, así como Astor Piazolla, Mercedes Sosa y Gilberto Mendez.
Los conciertos y las presentaciones de libros han creado expectativas: David Torrens, el Trío Alter Ego, los repentistas del Taller de la Décima de Mayabeque, Alain Pérez, Eduardo Sandoval y Habana Jazz, y la orquesta Miguel Faílde, fundada y dirigida por el tataranieto del gran músico matancero. Entre los libros, amén del premiado en 2014, Los mitos de la música nacional. Poder y emoción en las músicas populares colombianas 1930-1960 de Oscar Hernández Salgar, está el de Liliana Casanella Cué, Orquesta Aragón. Más allá de la música, Ediciones Cidmuc, 2015.
La Fábrica de Arte Cubano abrirá sus puertas a los delegados la noche del jueves 10; la conferencia de clausura, el viernes 11, estará a cargo del maestro Olavo Alén.
El Congreso, el Premio y el Coloquio, aún sin haber comenzado, se anuncian maratónicos, algo abrumador. Esperemos que la profesionalidad de los organizadores —Casa, Instituto Cubano de la Música, Cidmuc, Museo Nacional de la Música y la Universidad de las Artes (ISA)— logre salir airosa de tamaño empeño.