El Financiero de México Con su documental Entre Cuba y México todo es bonito y sabroso,Idalmis del Risco saldó “una deuda de amor que tenía con ambos pueblos”. Cubana que radica desde hace más de 20 años en el país, refleja en esta obra ese ir y venir entre dos culturas que, afirma, la definen.
“Entre mexicanos y cubanos hay mucha semejanza, que a veces no sabemos dónde nace. La relación que hay entre Cuba y México es entrañable, propiciada por su cercanía geográfica, los hechos históricos comunes, su música, su cine, su danza , sus poetas, su mesa, su arte, sus sueños; elementos que evidencian esa transparencia cálida”, comenta en entrevista la actriz y realizadora. “Creo que eso se palpa y se fundamenta en el documental”.
El fallecido escritor y guionista cubano Eliseo Alberto Lichi funge de hilo conductor en este filme, que recorre la historia común entre ambos países, a través de las voces de personalidades destacadas de los dos extremos geográficos.
“Comencé a concebir el proyecto hace 21 años, pero la temática estaba inclinada hacia la emigración cubana”, platica. Para aquella investigación contó con el apoyo de Eliseo Alberto. “Conforme avanzaba me di cuenta que las relaciones entre Cuba y México van más allá de los vaivenes políticos, que los pueblos se aman independientemente de cualquier percance y enfoqué el documental hacia esa hermandad forjada a partir de los hechos históricos comunes”, comparte.
Y es en ese punto donde la entrevista a Lichi, “desbordante de poesía, ingenio y sabiduría, hizo que nuestro gran fabulador se impusiera como hilo conductor, relatando entre pausas necesarias los nexos de amor y amistad entre Cuba y México desde el siglo XIX, que se complementan con la emotiva narrativa de los personajes de ambos pueblos -diplomáticos, escritores, poetas, músicos, deportistas, científicos…-. Aviva la memoria ancestral, mientras nos describe cómo se han conectado ambas naciones”.
Formada en Cuba, Del Risco realiza con éste su primer documental. Anteriormente realizó varios cortos de ficción, entre ellos Al desnudo, premiado por la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac).
“La grabación duró un año en un recorrido que pasó por Cancún, Mérida, Progreso, Ciudad del Carmen, Campeche, Veracruz, Tlacotalpan, Ciudad de México y La Habana”, detalla.
El resultado, una cinta binacional de 82 minutos en la que la fotografía corrió a cargo del mexicano Gerardo Rufinelli -graduado en Cuba en la Escuela Internacional de Cine y Televisión- y la producción la hizo el mexicano Carlos Sánchez Sosa, esposo de Del Risco. La edición se hizo en la isla.
Finalmente la obra quedó amalgamada como una coproducción de MotZorongo.tv, TV UNAM, Verdeespina Studios y el Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (Icaic).
Quizás porque la película está hecha desde la parcialidad de la mirada afectiva es que ha tenido tan buena acogida en los dos países, considera Del Risco. Se exhibió en Cuba en el pasado Festival del Nuevo Cine Latinoamericano y en los circuitos habituales, mientras que en México está en la Cineteca Nacional.
Mucho material quedó en el tintero, por lo que la cineasta está en negociaciones con una televisora para recrear, en una serie de cinco capítulos, “la hermandad entre Cuba y México”, a través de hechos históricos comunes, las artes, el deporte, la educación y la medicina. Además, prepara el documental Con los brazos abiertos, con una entrevista al expresidente de Uruguay, José Mujica.
MÁS QUE UN CINEASTA
Idalmis del Risco ha actuado en los filmes Guantanamera, de Tomás Gutiérrez Alea; Alicia en el pueblo de Maravillas, de Daniel Díaz Torres;Polvo de Ángel, de Oscar Blancarte, y Arresto domiciliario, de Gabriel Retes. En teatro ha participado en una veintena de obras, también escribió y dirigió el monólogo Vivir a ciegas, que tuvo temporada en México, país donde condujo programas musicales para Canal Once.
