Huffington Post Este martes se celebra el Día Internacional de la Mujer, aunque no en todas partes por igual. 4,6 millones de sirios no podrán celebrarlo en casa por culpa de la guerra civil que los ha convertido en refugiados.
Por eso, el artista y activista Saint Hoax, “como ciudadano sirio y ser humano”, sintió “la necesidad de ayudar” —según explica en su cuenta de Instagram— y junto con la ONG Malaak ha lanzado la iniciativa Once Upon a War [Érase una vez una guerra]para concienciar sobre la situación de las niñas refugiadas.
https://www.instagram.com/p/BCnr90IQYYY/
“Malaak, una ONG que proporciona ayuda y educación a los refugiados sirios, me dio el privilegio de colaborar con un grupo de chicas que reside temporalmente en un campamento de refugiados en Akkar (Líbano). Once Upon a War es el resultado de mi experiencia con estas niñas, que me ha cambiado la vida”, cuenta el artista.
En la serie de fotografías que componen este proyecto, Saint Hoax y Plastik Studiospidieron a las niñas que se vistieran de su princesa favorita y que explicaran cuáles eran sus aspiraciones. La idea surgió porque “la mayoría nunca tendrá la oportunidad de jugar a los disfraces, ya que su realidad está por encima de todo esto”.
https://www.instagram.com/p/BCnpQjmQYRE/
Además, las chicas realizaron un taller sobre la red social Snapchat y esta semana serán ellas mismas las encargadas de gestionar la cuenta del artista (desde el usuarioSaintHoax) para publicar y compartir con el mundo sus historias.
La guerra y los desplazamientos provocan un parón en la educación de la mayoría de refugiadas. Y esto “a menudo acaba en violencia sexual, en un mayor riesgo de explotación y en matrimonios o embarazos precoces”, denuncia el activista, para quien estas niñas “son heroínas de la vida real”.
https://www.instagram.com/p/BCnyL45QYZV/
Cenicienta es una soñadora, justo como Maram (16 años). Ella cree en un futuro más feliz. Cuando hablamos sobre la guerra, sólo podía recordar lo bueno de su trágica experiencia. A Maram le encantan los niños y cuida de muchos de los que viven en el campamento. Su sueño es llegar a ser pediatra. Hiba, de 2 años, nació en Líbano. Nunca ha estado en Siria y ésta es la única vida que ha conocido. Nunca ha visto la película de Cenicienta, pero sus padres le han contado la historia. Cuando le enseñamos el disfraz de Cenicienta, lo eligió entre todos los demás. Ésta era la primera vez que Hiba jugaba con disfraces.