New York Times La Cleveland Clinic anunció a finales de febrero que sus cirujanos hicieron el primer trasplante de útero en Estados Unidos.
La operación duró nueve horas y se utilizó el útero de una donante fallecida. La identidad de la receptora, de 26 años, no se dio a conocer para proteger su privacidad. La clínica emitió una declaración en la que informó que su condición era estable.
El procedimiento tiene como objetivo permitirle a las mujeres que nacen sin útero, o a las que les fue extirpado, gestar y dar a luz. La paciente tendrá que esperar un año antes de intentar concebir, a fin de poder sanar y darle tiempo a los médicos para ajustar la dosis del medicamento que necesita para evitar el rechazo del órgano.
Una vez lista, la mujer necesitará fecundación in vitro para quedar embarazada. Antes del trasplante, una operación permitió obtener óvulos fértiles, que fueron fecundados con los espermatozoides de su esposo y posteriormente congelados. Los embriones serán transferidos a su útero.
El trasplante será provisional: una vez que la receptora haya tenido uno o dos bebés se le extirpará el útero, para que pueda dejar de tomar los medicamentos inmunosupresores.
El consejo de ética del hospital de Cleveland ha aceptado que el procedimiento se lleve a cabo en 10 ocasiones, como un experimento. Al llegar a ese punto, los funcionarios decidirán si continúan y ofrecen la operación como un procedimiento estándar. La clínica sigue investigando los antecedentes de mujeres que pudieran ser candidatas a la operación.
Andreas G. Tzakis encabeza el equipo quirúrgico, ya que ha realizado entre 4000 y 5000 trasplantes de riñón, hígado y otros órganos de la región abdominal. A fin de prepararse para el trasplante de útero, Tzakis viajó a Suecia y trabajó con médicos de la Universidad de Gotemburgo, los únicos en el mundo que habían practicado este tipo de procedimiento con éxito hasta ahora. En Suecia, nueve mujeres que recibieron órganos de donantes vivas, se han sometido a esta operación. Por lo menos cuatro de las receptoras tuvieron bebés que nacieron saludables aunque prematuros.
Se cree que aproximadamente 50.000 mujeres en Estados Unidos podrían ser candidatas a un trasplante de útero.
En octubre, Tzakis comentó en una entrevista que, si bien las mujeres sin útero podían adoptar niños o tener una gestación subrogada para que lleven a término a un embrión por ellas, esta opción es inaceptable para muchas mujeres “por motivos personales, culturales o religiosos”.
En aquella entrevista, la mujer de 26 años que estaba bajo evaluación como posible candidata explicó por qué quería la oportunidad de embarazarse y dar a luz.
“Anhelo vivir esa experiencia”, dijo. “Quiero sentir las náuseas matutinas, los dolores de espalda, los pies hinchados. Quiero sentir cómo se mueve el bebé. Eso es algo que he querido desde que tengo uso de razón”.
