LA HABANA.- Juan Alcides Echeverría Martínez, recluido en la prisión del Combinado del Este, en La Habana, es un paciente que tiene una cardiopatía isquémica crónica que solo puede ser resuelta con un trasplante de corazón.
Después de varios intentos de hablar con los militares de la prisión donde se encuentra, y de haber exigido un colchón que no esté en tan malas condiciones, ya que el recluso también padece de una Hipertensión pulmonar creada por su problema del corazón, no ha recibido respuesta y, por un plazo 10 días, tampoco sus medicamentos, indispensables para su salud.
“Estoy en pésimas condiciones, tengo falta de medicamentos, incluso yo tengo que dormir en una cama reclinable. He sufrido muchos maltratos; llevo más de 10 días sin medicamentos. He sido, como quien dice, tratado como un perro”, afirma Echeverría.
El recluso se encuentra en espera de un donante. Afirma la policía del penal que ellos no le pueden dar la condición para el trasplante, que tiene que permanecer en espera.
“Yo estaba de licencia extrapenal y me la quitaron de un día para otro, y hace aproximadamente un mes que me tienen en estas condiciones. Me condenaron por estafa a 2 años y llevo 10. Todo me lo han negado aquí, hasta la mínima*”, concluye Echeverría.
*(La Dirección de Cárceles y Prisiones del Ministerio del Interior, establece los diferentes regímenes de tiempo que el preso debe cumplir, en relación con su condena. La “mínima” da derecho al reo a esperar la libertad condicional en una situación menos incómoda).
