Buenas noticias llegan desde España. Víctor Rodríguez Núñez, es el ganador del Premio Internacional de Poesía de la Fundación Loewe 2015 por su obra Despegue, dedicó su galardón al “mejor de los poetas cubanos”, José Martí, por recordar que “la poesía es más importante que la agricultura”, reportó Europa Press.
“Así es y así debe ser”, añadió el jueves en Madrid, durante el acto de entrega de los galardones, organizado por la Fundación, y al que han acudido numerosas personalidades del mundo de las letras, la moda, la danza, la música y el diseño. El Premio es de 20.000 euros.
El jurado, presidido por Víctor García de la Concha, estuvo compuesto por Francisco Brines, José Manuel Caballero Bonald, Antonio Colinas, Óscar Hahn, Cristina Peri Rossi, Soledad Puértolas, Jaime Siles y Luis Antonio de Villena, quienes decidieron entregar el premio, de 20.000 euros, a Rodríguez Núñez.
El poeta, periodista, crítico, traductor y catedrático, natural de La Habana, emitió un mensaje de agradecimiento a la Fundación Loewe, por su “apasionada defensa” de la poesía, y a la poesía en sí misma, porque “nos humaniza”.
Para Rodríguez Núñez la poesía es “algo más que un género literario”, se trata de un género “anterior a la literatura”, así como a la escritura.
La obra por la que ha recibido el premio es un “riguroso despegue con salida, vuelo, vuelto y escala”, como la ha definido el escritor Abilio Estévez, amigo del poeta desde hace 30 años, quien ha presentado el poemario.
Durante su discurso, Estévez ha hablado sobre la gran amistad que les une a ambos, cuando trabajaron —Estévez como corrector y Rodríguez Núñez como editor— en la revista El Caimán Barbudo, en la que el premiado escribía en la columna mensual Los Raros, que toma su nombre de la obra de Rubén Darío.
Con Despegue, Rodríguez Núñez “se convierte en otro raro, ya en la alta categoría que había logrado impregnar a su columna de El Caimán Barbudo”, prosiguió Estévez, y destacó de él que es un “gran poeta”, un hombre “minucioso” y “cuidadoso”, y “silenciosamente obstinado” con la creación de su trabajo.
“Como la mayoría de palabras de este idioma gozoso, del que tenemos la felicidad de servirnos, Despegue es, por supuesto, una palabra ambigua de resonancias múltiples. Es arranque, partida, ascenso, pero también se incluye en ella el desapego, el ir soltando lastre, o equipaje, para quedar casi desnudos como los hijos de la mar”, manifestó Estévez, para quien “una de las mayores lecciones del libro” es, que “pase lo que pase y por más que creamos que la noche se prolonga, en el destierro también amanece”.
Víctor Rodríguez Núñez, nacido en La Habana en 1955, es doctor en Literatura Hispánica por la Universidad de Texas, en Austin, y actualmente catedrático de esa especialidad en Kenyon College, Estados Unidos. Además, trabaja en la edición de la serie latinoamericana de la editorial británica Salt y es subdirector de la revista literaria mexicana La Otra.
Dentro de su obra aparecen los poemarios Cayama (1979), Con raro olor a mundo (1981), Noticiario del solo (1987), Cuarto de desahogo (1993), Los poemas de nadie y otros poemas (1994), El último a la feria (1995), Oración inconclusa (2000), Actas de medianoche I (2006), Actas de medianoche II (2007), entre otros.
