La nueva desfachatez de la Federación Nacional ha inundado la web, Víctor Mesa (¿quién más pudiera ser el culpable?) ha sido nombrado manager del equipo Cuba que topará contra los Rays de Tampa Bay el próximo 22 de marzo. Decenas de realidades se esconden detrás de la designación más insolente de la historia del beisbol cubano, una de ellas es que Javier Méndez era el elegido y un plumazo de última hora cambió el curso de los hechos.
Lo cierto es que desde hacía días Javier Méndez estaba al frente de la preparación de los preseleccionados y era casi oficial que sería el escogido, de hecho se manejaba por detrás del telón como una realidad, pero pudo más (nuevamente) aquella biografía de la difunta Vilma Espín, donde declaró que su pelotero favorito era Víctor Mesa.
No sabemos (pero no dudamos) si fue una perreta del manager matancero, pero de golpe y porrazo los rumores cambiaron y lo que parecía imposible ocurrió. Mesa fue nombrado manager del Cuba ante Tampa.
La Comisión hasta tuvo la desvergüenza de decir que ‘se valoró su condición de exatleta excepcional’, buscando artificios donde no hay, pues atletas excepcionales hay por cientos en Cuba.
Víctor Mesa no podía ser el elegido.
Víctor Mesa acaba de ser denunciado, acusado y multado por agredir a un muchacho en Pinar del Rio con golpes en el rostro.
¿Qué significa esto? ¿La Comisión Nacional en vez de emitir la esperada sanción, ‘premia’ la VIOLENCIA Y LA INDISCIPLINA SOCIAL?
¿Todo esto porque Víctor da tres gritos y los federativos tiemblan por las repercusiones que puedan tener sus rabietas en ‘los más altos niveles’?
¿El hombre que va a darle la mano al presidente de los Estados Unidos como manager del Cuba es un ‘exatleta excepcional’ con actos de violencia demostrados y públicos?
Nadie puede tirar la toalla. La realidad es una sola, repito:
Víctor Mesa no podía ser el elegido.
Si la decisión no la toma la Comisión (eso todos lo sabemos), entonces que den la cara, la Comisión y el gobierno en Cuba, y no den excusas infantiles que no cree nadie.
El 10% de la población del país ha emigrado en los últimos 3 años, entre ellos más de 200 peloteros. La razón no es como la quieren disfrazar de ‘sucumbir a las tentaciones del deporte rentado’ o el bloqueo, sino que muy poca gente cree en quienes dirigen la pelota cubana y el país en general.
Pudo haber sido cualquier, Javier, Roger, Gallardo, Fuentes, otros tantos más, pero no Víctor, no ahora que lo merecido era una sanción y no un estímulo.
Pero le tocó a Méndez bailar con el desengaño, tras ilusionarse con dirigir en tan importante y simbólica ocasión.
Méndez también fue un atleta extraordinario, pero que además no lo expulsaban de los terrenos, ha demostrado respeto y preparación en todo momento, no tiene escándalos ni esqueletos en el closet, está vinculado al sistema de la isla y de él siempre se ha dicho que es un caballero.
Méndez propone una mejor imagen que Víctor Mesa, que tiene tan baja popularidad y respeto que ha conseguido ser odiado hasta en la tierra que le vio nacer, Villa Clara.
La hija de Javier, Betty Méndez Luna, ha demostrado su lógica decepción en las redes social, tanto así como el apoyo a su padre, por lo que me permito darle un consejo en el cierre. Algo muy bueno debe ocurrir después de este interminable aguacero de desilusiones Betty, no pierdas la fe que como mismo el sol se pone vuelve a salir y además los triunfos cuando los ganamos por nuestros méritos saben mejor que cuando son regalados.
Sin más por ahora,
Daniel de Malas Andreu