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Soberbia antinacional castrista

Cubanos esperando viajar a la isla/Foto: Tampabay

(Diario de Cuba).- Cual perro que muerde la mano de quien lo alimenta, el régimen de los hermanos Castro muestra una gran soberbia antinacional al menospreciar a los emigrados cubanos, cuando lo que debiera hacer es aprovechar la visita del presidente Barack Obama y comenzar a levantarles un monumento en la Plaza de la Revolución de La Habana, pues en buena medida son quienes mantienen a flote la asombrosamente improductiva economía.

Cubanos esperando viajar a la isla/Foto: Tampabay
Cubanos esperando viajar a la isla/Foto: Tampabay

La diáspora cubana aporta a la Isla unos 5.600 millones de dólares con sus visitas,  remesas, envío de paquetes, pago de sobreprecios en pasajes, pasaportes, prórrogas, permisos, y las “mordidas” en las aduanas cubanas, etc. Pero por ser “gusanos”, los cubanos residentes en el extranjero son ignorados completamente en las estadísticas oficiales, y siguen obligados a solicitar una visa para poder viajar a su país natal, algo único en la historia de las Américas.

Basta echar un vistazo al turismo. La Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI) reportó hace poco que el ingreso bruto en Cuba por el turismo internacional en 2015 fue de 1.940 millones de dólares (un aumento de 188 millones con respecto a 2014), con 3,5 millones de visitantes; y destacó que detrás de Canadá, con 1,3 millones de turistas, figuró Alemania con 175.264 visitantes en el segundo lugar, lo cual es falso.

Fue Estados Unidos el segundo emisor de turistas hacia Cuba, con cerca de medio millón de  visitantes, casi el triple que el número  de alemanes paseando cámara en mano por La Habana Vieja. Y hay más, los 148.700 norteamericanos que visitaron la Isla en 2015 desplazaron a Francia (129.692), Italia (123.254), España (100.339) y otros grandes emisores de turistas hacia Cuba.

Y no se trata de que el régimen no quiera perjudicar a Obama, porque el embargo prohíbe los viajes turísticos a Cuba, sino que los visitantes desde EEUU fueron cubanos por abrumadora mayoría. Un total de 361.024 cubanos llegaron a la Isla básicamente  desde el  vecino del Norte, un dato que “se le fue” a José Luis Perelló, profesor de la Facultad de Turismo de la Universidad de La Habana.

La ONEI tampoco reconoció que el  flujo de visitantes norteamericanos aumentó en un espectacular 76% como consecuencia del “deshielo” La Habana-Washington y la mayor flexibilidad para viajar a Cuba decretada por el muy complaciente Obama.

Contraste dominicano y jamaicano

Sin duda las instituciones del Estado tienen instrucciones del mismísimo dictador de no reflejar nada positivo proveniente de EEUU y la “gusanera” cubana. Por eso el Gobierno incluye en el acápite de “otros países” nada menos que al medio millón de personas que llegaron a Cuba desde el cercano vecino,  y al final de una lista de 17 naciones con sus nombres, 12 de ellas con menos de 95.000 turistas aportados cada una.

En contraste con ello, el Gobierno de República Dominicana reveló que en 2015 recibió 5,6 millones de visitantes internacionales, que gastaron  6.100 millones de dólares, y mostró su gran satisfacción porque 676.734 viajeros fueron dominicanos residentes en el  extranjero, fundamentalmente en EEUU.

Y vale recordar que la República Dominicana en los años 50 recibía nueve o diez veces menos turistas que Cuba (347.508 visitantes en 1958), y que su Producto Interno Bruto (PIB) era la séptima parte del de Cuba. Hoy esa nación tiene un PIB real nominal superior al de Cuba (que es inflado con gastos sociales y subsidios venezolanos contabilizados como nuevos valores creados), y casi duplica a la industria turística cubana en volumen de negocios.

Si se divide el ingreso bruto total por el número de visitantes, el gasto por turista en Cuba el año pasado fue de 554 dólares, 79 dólares menos que dos años atrás en 2013, y menos de la mitad de los 1.089 dólares que gastó cada turista en República Dominicana. También representó apenas un 42% del promedio internacional  de 1.317 dólares por visitante en 2015, según la Organización Mundial de Turismo (OMT). La industria turística a nivel global el año pasado registró 1.184 millones de visitantes internacionales, que gastaron 1,56 billones (millones de millones) de dólares.

Jamaica es otro ejemplo. Esa isla, también tropical y con la décima parte del territorio de Cuba, en 2015 recibió 2,1 millones de turistas que dejaron allí unos 2.000 millones de dólares, para un gasto per cápita de 952 dólares, casi el doble que el obtenido por Cuba.

¿Por qué un gasto tan bajo en la Isla? Los Castro expropiaron a la “burguesía”  y “liberaron del imperialismo” al país. Como resultado de eso, hoy produce muy pocos bienes y servicios y los turistas no tienen en qué gastar su dinero. Si algo refleja el desastre socialista-castrista es la incapacidad de Cuba para obtener mayores recursos financieros netos del turismo.

Costos muy altos

Por otra parte, el informe oficial  no aborda el principal obstáculo que tiene el sector turístico cubano: el elevado componente importado como parte del costo de operación de dicha industria. Debido a la improductividad genética de la economía socialista hay que importar casi todo lo que necesitan los hoteles y demás instalaciones turísticas para que funcionen, incluyendo frutas tropicales y vegetales que podrían producirse en la Isla.

De cada dólar captado en Cuba por el turismo regresan al extranjero entre 55 y 60 centavos, según cálculos de los expertos. Es decir, el ingreso real en divisas que tuvo el régimen en 2015 por el turismo osciló entre 776 y 873 millones de dólares. Y de 1.067 a 1.164 millones de dólares regresaron al extranjero por concepto de importaciones para el sector turístico.

Tales costos de importación, y la insuficiente producción de todo tipo, impiden que la industria turística cubana haga un mayor aporte en divisas al país, y al PIB, como ocurre en el resto de América Latina. En México, por ejemplo, con casi 30 millones de visitantes en 2015, el turismo genera entre un 9% y un 10% del PIB. En Cuba apenas representa el 3,2% del PIB.

Si el turismo en Cuba representase un 10% del PIB nominal, la cifra a precios actuales sería de casi 200.000 millones de dólares, para un PIB per cápita de 17.857 dólares, con lo cual se colocaría por delante de Chile, el país latinoamericano más cercano a los estándares del Primer Mundo.

La OMT dio a conocer que el turismo internacional es el tercer generador de empleos en el planeta, luego del comercio minorista y la agricultura. Mueve 4.000 millones de dólares diariamente y emplea de manera directa o indirecta a 277 millones de personas.

Ante el cúmulo de insuficiencias castristas, si los cubanos viajan a su país de origen, y la diáspora en general aporta miles de millones de dólares anuales, es inmoral que las estadísticas del régimen los ignoren  por completo.

Porque si por alguna razón hipotética el país dejase de recibir ese soporte financiero fundamental de los “desafectos” emigrados, Cuba se hundiría en una crisis más devastadora que la que causó la desintegración de la Unión Soviética.

A no dudarlo, el general Castro debe guardar en el closet la soberbia que le viene de familia y ordenar ya que se construya el monumento mencionado, en el corazón de la capital cubana.

Written by @diariodecuba

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