Durante la celebración del Debate General del Comité de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra, dictaduras como Cuba, Venezuela, Corea del Norte e Irán, entre otras naciones, han tratado de vetar a Rosa María Payá, hija del líder disidente Oswaldo Payá, asesinado por el régimen de los hermanos Castro junto a Harlod Cepeda.
La intervención de Payá se ha producido en el punto cuarto del orden del Debate General, referido a los “países que requieren especial atención” por parte del Comité de Derechos humanos de la ONU.
Al comienzo de la intervención de Payá, el representante cubano ha invocado una moción de orden, para impedirle la palabra alegando una “cuestión de procedimiento” y asegurando que Rosa María Payá no estaba correctamente acreditada para intervenir, extremo que el presidente del Debate General desmintió sin demora.
A renglón seguido, países como China, Irán, Venezuela, Egipto, Pakistán, Bolivia, Arabia Saudí, Corea del Norte y Eritrea se han sumado a la propuesta de veto, frente al que se han manifestado las delegaciones de Reino Unido, Canadá y Estados Unidos.
“Sabemos que Harold Cepeda y mi padre fueron asesinados por la seguridad del Estado”, denunció Rosa María Payá
Tras estas interrupciones, Rosa María Payá siguió denunciando la situación de Cuba bajo el régimen comunista de los hermanos Castro, subrayando de forma contundente que “sabemos que Harold Cepeda y mi padre fueron asesinados por la seguridad del Estado” cubano.
Además, citando la próxima visita de Obama a la isla, pidió “plebiscito universal”, para que el pueblo de Cuba pueda elegir.
La claridad de la denuncia de la disidente cubana provocó una nueva ola de protestas. Cuba, apoyada por Venezuela y Pakistán, aseguró que tal afirmación era “inaceptable”, mientras que Canadá y Alemania apoyaron a la disidente.
Los primeros recordaron que dentro del procedimiento figura que os países miembros deben escuchar las apelaciones de la sociedad civil. Por su parte, el país europeo subrayó que es correcto que se hagan acusaciones concretas de ese calado y que, si el país aludido no está de acuerdo con ellas, tiene libertad para mostrar su queja.
“A mí me podrán callar, pero no al ansia de libertad del pueblo de Cuba”, subrayó la disidente
Recuperado el uso de la palabra, Rosa María Payá recordó las amanazas de muerte que sufrió su familia tras una intervención similar en este mismo foro en 2013. Dirigiéndose a la delegación cubana, aseguró: “A mí me podrán callar, pero no al ansia de libertad del pueblo de Cuba”.
Los representantes de la isla saltaron de sus asientos y reclamaron que “la legalidad de los estados no puede ser cuestionada”, provocando un enorme revuelo en la sala, que lejos de tratar de apaciguar, avivó Venezuela incluso haciendo alusiones al “lenguaje empleado por la oradora”.
La delegación de España no se manifestó ni a favor ni en contra de Rosa María Payá durante su intervención.
Publicado en actuall.com por Luis Losada
