in ,

Entre censuras y preferencias, la Internet que se ve en Cuba

El uso de Internet está altamente controlado por el Gobierno cubano|Archivo
El uso de Internet está altamente controlado por el Gobierno cubano|Archivo
El uso de Internet está altamente controlado por el Gobierno cubano|Archivo

La mayoría de los cubanos van a los puntos Wi-Fi a relajarse y comunicarse con el resto del mundo, no a mantenerse informados. La pregunta es: ¿qué sucedería en un contexto de alta conectividad?

Trabajar en un medio informativo en Internet para una audiencia desconectada de la red y, en consecuencia, de la realidad mundial, puede ser frustrante. El gobierno cubano bloquea el acceso a sitios web que no responden a los principios que promulga, o que informan más allá de lo conveniente.

Amnistía Internacional dedicó esta semana un amplio espacio en su sitio web para reseñar las repercusiones de la censura a Internet en Cuba. En una descripción en seis puntos, la organización defensora de los Derechos Humanos señala que “las autoridades filtran y bloquean de manera intermitente los sitios web que son críticos con el Estado”.

Pero si la censura fuera un reto difícil de vencer, uno mayor complica el panorama. A fin de cuentas, si alguien quisiera acceder al contenido de una página informativa bloqueada podría hacerlo desde YouTube, o a través de Facebook, pero ¿quieren hacerlo?

AI también destaca que “la ciudadanía cubana está hallando maneras de compartir información y eludir la censura de Internet, desde conexiones inalámbricas clandestinas, pasando por la creación de aplicaciones, hasta el aprovechamiento al máximo del potencial de los dispositivos de memoria USB”.

Un reportaje sobre la Internet y los jóvenes de la isla muestra que los usuarios no van a un punto wifi a leer noticias o descargar videos informativos. La conexión es lenta, y tiene el costo de un servicio de lujo. Quienes pueden pagarla usan el preciado tiempo de acceso a la red para comunicarse con sus familiares en el extranjero, y si algo les queda, aprovechan para actualizar sus perfiles de Facebook y descargar música.

Algunos entrevistados en este reportaje lo reconocen: van a los puntos wifi a relajarse y comunicarse con el resto del mundo, no a mantenerse informados. La pregunta es: ¿qué sucedería en un contexto de alta conectividad?

El cubano arrastra más de 50 años de censura informativa. En un informe reciente, Reporteros Sin Fronteras sitúa a Cuba en el lugar 169 de una lista de 180 países en su “Clasificación mundial de la libertad de prensa”, correspondiente al año 2015.

Acostumbrados a que los medios de prensa que tienen a su alcance ofrecen una versión parcializada de la realidad, desinforman en lugar de informar y cumplen ante todo una función ideológica, muchos cubanos prefieren pasar de largo ante la oportunidad de consultar un sitio informativo en Internet.

Está por ver si un contexto de mayor conectividad favorecería que la cultura de la desinformación dé paso a una nueva era en Cuba. Mira el reportaje, y déjanos tu opinión en los comentarios.

Written by @martinoticias

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

EEUU enumera sus logros con Cuba

Jorge Ramos | EFE

Jorge Ramos relata su experiencia como periodista y activista hispano en EEUU