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Los que no pueden faltar: Sergio Endrigo

420_Sergio_EndrigoA mediados de los años 60, cuando los comisarios culturales, en su guerra contra aquel fantasma que llamaban “el diversionismo ideológico”, se empeñaban en que no pudiéramos escuchar la música anglosajona que causaba furor en todo el mundo, se empezaron a escuchar en Cuba las canciones de varios baladistas europeos. De ellos, los más destacados fueron Charles Aznavour, Raphael, Salvatore Adamo y Sergio Endrigo.

Endrigo, que había nacido en 1933 en Istria, que por entonces era territorio italiano, se inició en el canto lírico, como su padre, pero lo abandonó pronto y se convirtió en un cantautor que se acompañaba a la guitarra para interpretar temas hondos y maduros, con frecuentes referencias sociales.

Comunista y aficionado a la poesía, Endrigo estuvo muy vinculado a Pier Paolo Passolini y Gianni Rodari.

A pesar de que Endrigo siempre se mostró muy crítico con los mecanismos de la música comercial, participó en el festival de San Remo, que ganó en 1968, junto al brasileño Roberto Carlos, con Canzone per te, y ese mismo año en el concurso de Eurovisión, donde compitió con la canción Marianne. Debido a ello, la popularidad de Endrigo creció notablemente, además de en Italia, en España y Latinoamérica.

Supongo que sus camaradas le reprocharían esas “debilidades ideológicas”, sus devaneos con el mercado de la música, las concesiones que hacía Endrigo, quien en una de sus primeras canciones –¡ay, aquellos años 60!- confesaba , entre compungido e irónico, que su pecado era “estar enamorado de una burguesita”.

Pese a que hoy no es muy recordado, Sergio Endrigo actuó en Cuba tres veces (en los Festivales de Varadero de 1967 y 1970, y por última vez, en 1977) y canciones suyas como Lontano dagli occhi, Yo te amo solo a ti, Canzone per te, Teresa, La rosa blanca (con versos de José Martí), El arca de Noé, fueron muy populares entre nosotros, tanto interpretadas por él como en las versiones de otros cantantes, como la del español Dyango con Lejos de mí, o “La paloma”, un poema de Rafael Alberti musicalizado por el argentino Carlos Guastavino que apareció en 1969 en el primer disco de Joan Manuel Serrat, pero había sido interpretada originalmente por Endrigo, en italiano.

Ya desde finales de los años 70, Endrigo se quejaba amargamente de que había sido echado a un lado por las casas disqueras. De su último disco solo se hicieron 1500 copias y no se le hizo promoción.
Sergio Endrigo murió en Roma en 2005, a los 72 años.

Foto: Sergio Endrigo. Wikipedia
luicino2012@gmail.com; Luis Cino

Written by Primavera Digital

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