Los habitantes de Flint llevan dos años consumiendo agua no potable. Varios legisladores estadounidenses pidieron la renuncia del Gobernador de Michigan, Rick Snyder, por no haber intervenido a tiempo para detener la crisis de agua contaminada con plomo en la cuidad de Flint, en el estado de Michigan.
Durante una audiencia en el Congreso, Snyder se defendió argumentando que este fue un fracaso del Gobierno a nivel local, estatal y federal. “Todos le fallamos a las familias de Flint. Esto no se trata de política ni de partidismo. No voy a señalar ni a culpar a nadie, esto no va a ayudar a los habitantes de Flint”, afirmó el Gobernador de Michigan.
Más de 200 habitantes de Flint viajaron en autobús a Washington para asistir a la audiencia. Sus peticiones fueron claras: el derecho a beber agua potable y la dimisión de Snyder.
Bernadel L. Jefferson, habitante de Michigan:
“Podemos ir a la tienda y comprar pintura sin plomo. Podemos ir a una estación y conseguir gasolina sin plomo” – dice esta mujer -, “pero en Flint no podemos nisiquiera abrir el grifo y beber agua libre de este químico. Queremos agua pura!”.
En 2014, el suministro de agua de la ciudad fue cambiado al río Flint para ahorrar costos. Sin embargo, el alto contenido de plomo del sistema de alcantarillado contaminó el agua.
El Congreso estadounidense pidió igualmente la renuncia de la directora de la oficina estatal de la Agencia de Protección Ambiental (EPA), Gina McCarthy.
