Desde aquel 14 de diciembre de 2014, fecha en la que se concretó el histórico restablecimiento de relaciones entre Cuba y Estados Unidos, el mundo se ha mantenido atento a los acontecimientos de la Isla y a las iniciativas estadounidenses.
Diversos hechos dan cuenta de los nuevos aires y el clima que se respira en la isla; desde las visitas de grandes celebridades y famosos, hasta un aumento vertiginoso del turismo.
Sin duda, actualmente hablar del turismo cubano, merece un renglón aparte. Recientemente “Playa Paraíso” se ubicó dentro de las 10 mejores playas del mundo y tan sólo ayer la cadena estadounidense Starwood firmó su primer acuerdo para operar dos hoteles en La Habana.
La empresa estadounidense de alquiler de viviendas particulares Airbnb anunció hoy una ampliación de su licencia por la que turistas de todo el mundo, y no solo de EEUU, podrán alojarse en las 4.000 residencias que tiene en Cuba.
Evidentemente todos estos cambios no serian posible de no venir acompañados de unas medidas económicas puntuales. El Gobierno de Estados Unidos, así lo entendió y desde el pasado 15 de marzo aprobó un conjunto de regulaciones para fomentar los vínculos con Cuba, incluyendo la posibilidad de que los cubanos usen el dólar en sus transacciones.
Estos y otros acontecimientos se han constituido en la gran antesala de esta tarde, cuando el primer mandatario estadounidense Barack Obama arribe al Aeropuerto Internacional de la Habana “José Martí”.
Sin duda, a partir de hoy cada 20 de marzo tendrá una connotación especial para los anales de la historia cubana.
Nuevamente se posarán los ojos y oídos del mundo en Cuba, particularmente, al considerar que el mandatario estadounidense advirtió el pronunciamiento de un “importante discurso” en La Habana.
Un discurso que genera gran expectación en propios y extraños, dada la relevancia creciente y la connotación que adquieren los temas referidos al embargo y al reconocimiento, garantía y ejercicio de los derechos humanos en Cuba.
El último presidente de Estados Unidos que viajó a Cuba, Calvin Coolidge, llegó a la Isla a bordo de un buque de guerra, y hoy, 88 años después, lo emula Barack Obama.
Es indudable que el hecho ha impactado a la población cubana, quienes de acuerdo o no, serán los anfitriones y testigos de primera línea del inusual acontecimiento.
Obama ya partió desde la Base Aérea de Andrews, en las afueras de Washington, en un viaje que sin duda, es histórico para Cuba y el mundo.