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Jornada para reflexionar sobre discriminación y derechos humanos

En esta foto de archivo, turbas del régimen cubano reprimen a varios disidentes, entre ellos Darsi Ferrer (cen) y su esposa cuando intentaron hacer una marcha por el Día de los Derechos Humanos en 10 de diciembre del 2006.
En esta foto de archivo, turbas del régimen cubano reprimen a varios disidentes, entre ellos Darsi Ferrer (cen) y su esposa cuando intentaron hacer una marcha por el Día de los Derechos Humanos en 10 de diciembre del 2006. | EFE

Diario de Cuba Dos días después de la partida del presidente Barack Obama de Cuba, los activistas, opositores y disidentes siguen sufriendo encarcelamiento y presiones para impedir su participación en eventos como la Jornada de Reflexión Ciudadana contra la Discriminación Racial. A pesar de ello, el Comité Ciudadanos por la Integración Racial (CIR) realizó la Jornada, en la que se conmemoró el Día Internacional para la Eliminación Racial, celebrada internacionalmente el lunes 21 de marzo.

La Jornada comenzó con la lectura del Mensaje del Secretario de General de Naciones en ocasión del Día Internacional para la Eliminación de la Discriminación Racial, por Marthadela Tamayo, miembro del CIR. El mensaje reconoce los avances a nivel mundial, en el logro de la igualdad de derechos humanos y la no discriminación, en 15 años desde la Conferencia Mundial contra el Racismo, la Discriminación Racial, la Xenofobia y las Formas Conexas de Intolerancia celebrada en Durban (Sudáfrica) 2001. Pero también reconoce el incremento de la intolerancia, las opiniones racistas y la violencia impulsada por el odio en muchos países.

Seguidamente, Juan Antonio Madrazo Luna, Coordinador Nacional del CIR, leyó un mensaje de bienvenida, en el que recordó la Declaración y Programa de Acción de Durban, la conmemoración del Día Internacional de Rememoración de las Víctimas de Esclavitud y Trata Transatlántica de Esclavos, el 25 de marzo, y el Decenio Internacional de los Afrodescendientes, desde 2014 hasta 2025. Y señaló el reto de empoderar y educar a nuestras comunidades desde la gestión del conocimiento.

Resulta imposible obviar que justo el 21 de marzo, el presidente norteamericano se encontraba en Cuba. Madrazo considera importante su visita pues Obama demuestra que, pese al racismo existente en Estados Unidos, todos somos iguales. Esto, desde el punto de vista cultural, histórico y político, significa que “los otros” también pueden dejar de ser los exóticos subordinados.

“Todavía no es así en Cuba”, afirma Madrazo, y declara que el racismo está muy bien acomodado en nuestro imaginario social y político. Señala la falta de voluntad política de las autoridades para que el debate al respecto llegue a las esferas públicas y para que existan medidas preventivas mínimas que lo penalicen. Ve la visita de Obama un símbolo que ayudará a elevar la autoestima de la comunidad afrodescendiente cubana y de quienes ven en la integración de las diversas identidades el futuro de Cuba y América.

La Jornada demostró dos cosas importantes: Primero, la discriminación racial no es solo preocupación de los afrodescendientes. Segundo, la conciencia por parte de personas afrodescendientes y blancas de que esta es solo una de las formas de discriminación que existe en Cuba, y en muchos casos un agravante en la violación de otros derechos humanos.

El activista, fundador del Partido Arco Progresista y Coordinador de la Plataforma Nuevo País, Manuel Cuesta Morúa, presentó la ponencia “Otro 18 y las minorías”.

Para quienes no la conocen, explicó que Otro 18 es una plataforma ciudadana amplia que intenta plantear propuestas para reformas legales en varios ámbitos. Los dos fundamentales son la reforma de la Ley Electoral y de la Ley de Asociaciones, para que todas las asociaciones puedan existir legalmente y que cada ciudadano pueda elegir y ser elegido, independientemente de su visión.

Cuesta Morúa aboga por impulsar el país hacia una democracia fuerte, en la que tengan espacio todas las minorías, como la comunidad LGBTI, la afrodescendiente (que en su opinión no es minoría en Cuba, aunque sea tratada como tal, y cuestiona las estadísticas oficiales) y otras identidades. Opina que “la existencia de muchas identidades representadas acaba con las hegemonías políticas”.

El tema provocó un amplio debate e intervenciones de varios participantes. El bloguero Agustín López planteó su preocupación por el miedo de los cubanos y la participación norteamericana,  dos elementos que han lastrado la democratización en Cuba, y la posibilidad real de involucrar a las masas sociales, que aún permanecen inertes.

Manuel Cuesta Morúa afirmó que en Otro 18 existe un capitulo llamado “Movilización ciudadana”, al que han invitado personas con experiencia en este campo. “La gente debe enterarse de que hay una alternativa para generar una identificación”, plantea, y para eso considera importante repartir la propuesta impresa, explicarla, conversar con las personas sistemáticamente.

Sobre el tema de Estados Unidos, Cuesta Morúa, uno de los disidentes que se reunió con Obama, valoró que éste dejara claro que Cuba es asunto de los cubanos. “Esto es fundamental para desbaratar el relato del Gobierno cubano, de que somos mercenarios; lo seguirá diciendo, pero ya es más difícil que quienes escucharon a Obama lo crean”. En su opinión, debe aprovecharse este momento en que las personas no tienen consenso con el régimen y ya saben que la élite tiene agencias y propiedades.

DIARIO DE CUBA preguntó si quienes integran Otro 18 están preparados para que, aún con elecciones libres, el pueblo de Cuba vote por el PCC.

“Habrá que quitarse el sombrero”, dice Morúa.

DDC: “¿Lo consideraría una derrota?”

Morúa: “No. Personalmente, creo en las reglas del juego. Hoy puede ganar el PCC, pero otros partidos pueden ganar mañana.”

Otro planteamiento estuvo relacionado con la dificultad para quienes viven en otras provincias de recibir este tipo de información, a pesar de que Otro 18 cuenta con una página en Facebook y una web, y la información está disponible en formato electrónico.

Una nación para todos

La segunda ponencia, “Experiencias desde la Agenda Sur-Sur”, debió ser leída por Juan Antonio Madrazo Luna, ya que a su autor, Luís Machado Reinosa, delegado del CIR en Antilla, Holguín, la policía lo bajó del ómnibus que lo traería a La Habana. El trabajo abordó la importancia de los intercambios Sur-Sur, que propician conocer las experiencias de las comunidades afro en países como Colombia, y de la educación de la sociedad civil en el funcionamiento del Consejo de Derechos Humanos, la Declaración de Derechos Humanos, los Órganos de Tratados, los Protocolos Facultativos y los Procedimientos Especiales para hacer denuncias formales de las violaciones de derechos humanos en las instancias pertinentes.

Otro ponente se vio imposibilitado de llegar al evento por las presiones de la Seguridad del Estado.

La última ponencia del evento estuvo a cargo del periodista independiente Boris González Arenas, quien también abordó el tema de los derechos humanos en Cuba, en este caso la violación de estos de manera institucional, y afirmó que el Gobierno cubano no respeta esos derechos ni siquiera en su legislación. La presentación estuvo centrada e en el aporte de los Órganos de Tratados y las instituciones internacionales que defienden los derechos humanos a la discusión interna en países que, como Cuba, donde no se respetan los derechos. Se refirió también a la necesidad de que la sociedad civil presente informes a los comités de expertos, y a la importancia que se da a estos informes en el Examen Periódico Universal que se realiza cada cuatro años.

La jornada fue marco para la presentación del libro Una nación para todos. Raza, igualdad y política en Cuba 1900-2000, de Alejandro de la Fuente, que llega a Cuba 20 años después de su publicación, y con poca o ninguna promoción. Al propio autor le fue negada la entrada al país como curador de la tercera versión de la exposición colectiva Queloides, que tuvo lugar años atrás en el Centro Wifredo Lam. El catálogo de esa exposición, que contiene algunas obras que fueron retiradas de la muestra antes de la inauguración, también fue mostrado a los presentes durante la Jornada.

Se presentaron también el número 7 de la Revista Identidades, publicación de la Plataforma de Integración Cubana, y el número 12 de Diálogo Latino Cubano, publicación trimestral del Programa de Solidaridad Democrática Internacional (Puente Democrático) del Centro para la Apertura y el Desarrollo de América Latina (CADAL).

Para obtener unas declaraciones finales de Juan Antonio Madrazo, tuvimos que conversar en los bajos del edificio, porque las autoridades vinieron a fumigar su casa, sede del CIR. Madrazo está consciente de que incluso hacia dentro de la sociedad civil pro democrática cubana, hay mucha incomodidad con el tema racial, hasta en personas afrodescendientes, que lo califican a él de racista. Otro tema que resulta incómodo es el relacionado con la comunidad LGBTI. “Debemos trabajar muy fuertemente hacia el interior de la sociedad civil, pero nuestro reto principal son las comunidades y los barrios.”

En los próximos días, el CIR espera lanzar su agenda social de cara a la ciudadanía, y parte de ella será la presentación de “Una nación para todos…” en barrios y comunidades.

Sobre la Ruta del Esclavo, de la que Cuba forma parte, señala que se ha hecho muy poco. “Si vemos el programa presentado por Cuba cuando comenzó a formar parte de la ruta, ha hecho muy poco, solo el Castillo de San Severino en Matanzas; se han caído los programas de la Fundación Fernando Ortiz. En cuanto al Decenio de los Afrodescendientes, hay cero actividades desde las instituciones académicas. Si revisas la prensa del 21 y 22 de marzo, no hay referencia ni a la Declaración ni al Programa de Acción de Durban. No sé si el 25 de marzo habrá referencia al Día Internacional de Rememoración de las Víctimas de Esclavitud y Trata Transatlántica de Esclavos.”

Written by @diariodecuba

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