diariodecuba.com.- Los Rolling Stones hicieron historia en Cuba. El concierto del grupo de rock será recordado como el mejor de las últimas décadas, no solo por tratarse de una banda legendaria, sino también por las emociones que vivieron cerca de medio millón de personas.
Gritos, besos, furor, hasta lágrimas hubo en una noche inolvidable en la que muchos pensaron que se estaba saldando una vieja deuda. Mick Jagger acertó cuando dijo:
“Sabemos que antes era difícil para ustedes escuchar nuestra música, pero ahora estamos en esta tierra linda. Los tiempos están cambiando, ¿no?”, aseguró
Entre el público, miles de mayores de cuarenta y cincuenta años. Con sus canas y espejuelos. Héctor miraba el escenario como quien no lo puede creer, y eso es precisamente lo que sentía. Explica:
“Desde que empezaron los rumores de que los Rolling iban a venir a Cuba he estado siguiendo las noticias, entusiasmado como un niño chiquito. Han pasado décadas desde que me convertí en seguidor de los Rolling, ahora, años después puedo verlos en vivo. Ni me lo imaginaba”.
Lo cierto es que en la Ciudad Deportiva la brecha generacional que muchas veces divide Cuba pareció desparecer. Familias enteras llegaron al lugar, los jóvenes con el furor de lo nuevo; los más viejos con un sueño que creían imposible hecho realidad.
“Buenas noches mi gente de Cuba”, dijo Jagger antes de tocar It´s only rock and roll. “Aquí estamos finalmente, estamos seguros que esta va a ser una noche inolvidable.”
Angie fue un tema dedicado especialmente “para los cubanos románticos”, según dijo Mick. “¡El ángel eres tú!”, gritaban desde el público al final de la canción. ¡Rolling, Rolling! coreaba la gente. La respuesta del músico: “¡Qué público tan chévere!”.
También llegaron desde temprano a la Ciudad Deportiva cientos de extranjeros. Muchos viajaron a Cuba para disfrutar de un concierto completamente gratis, además de conocer un país que está muy de moda.
All down the line fue el tema ganador del concurso en Internet que el grupo lanzó en su página web para elegir cual tocaría la banda en La Habana.
Cerraron el concierto You can´t always get what you want, junto al coro Entrevoces de Digna Guerra y Satisfaction, el tema más conocido del grupo en Cuba.
“¡Esto es solo una vez en la vida!”, decía Luis entre la multitud. La mayoría de los cubanos jamás había visto un escenario de esa magnitud. Las grandes pantallas y las luces también eran impresionantes. Por no mencionar la calidad del sonido: 1.300 kilos de audio con ocho repetidores.
“Es un evento representativo, que marca una huella positiva en la historia de los conciertos en la Isla. Es un antes y un después. No tengo dudas. La banda más influyente del rock mundial hizo estallar en un escenario cubano inesperado, y creo que el público de la Isla se lo merece. Long live the Stones”, afirmó Rosalí, con el símbolo de la banda pintado en su rostro.
“La estamos pasando muy bien en La Habana”, decía Jagger por su parte. “Comimos arroz con frijoles, pero lo mejor ha sido bailar rumba cubana en la Casa de la Música”, aseguró el británico conocido por sus famosos pasillos, con los que también enardeció al público cubano.
“Valió la pena”, repite Laritza una y otra vez. Viajó a La Habana desde Santiago de Cuba con un grupo de amigos, y llegó a la Ciudad Deportiva temprano en la mañana.
Aunque las autoridades no permitieron acampar en el lugar, varias personas armaron sus casas de campaña en la acera.
Cuando a las dos de la tarde se permitió la entrada, miles de fans ya estaban en el lugar y las vallas que separaban la zona más cercana al escenario, reservada para VIP, no aguantaron su embate.
Al concierto llegaron también ministros y funcionarios, entre ellos el asesor del general Castro, Abel Prieto; dirigentes del Comité Central del Partido Comunista y los más jóvenes miembros de la familia Castro, quienes se reunieron a la derecha del escenario.
También estuvieron actores, humoristas y una larga lista de músicos, entre ellos Isaac Delgado, X Alfonso, Carlos Varela, Kelvis Ochoa, Amaury Pérez, Frank Delgado, Laritza Bacallao, David y Ernesto Blanco, entre otros.
Algunos más cerca del escenario, otros más lejos; pero todos, los cercanos al poder y los cubanos de a pie, disfrutaron de la música de los Rolling Stones.
