La cartera de una mujer es realmente intocable|pixabay.com
La cartera de una mujer es realmente intocable|pixabay.com
Más allá de nuestra familia o el trabajo, hay algunas ‘pequeñas cosas’ que pueden hacer que emprendamos una auténtica guerra si alguien nos las cuestiona
mujerhoy.com.- Dicen que “cada mujer es un mundo”, y probablemente sea cierto, pero hay cosas comunes que nos unen a todas. Más allá de lo que realmente importa, como puede ser nuestra familia, el trabajo o nuestras convicciones sociales, existen una serie de asuntos algo más superficiales, pero que nos harían emprender una auténtica batalla campal si alguien se atreviera a cuestionarlos.
Nuestros ‘intocables’
Es MI bolso, no un bolso sin más. Y no, no tengo 20 iguales, porque los matices importan y los detalles marcan la diferencia, así que que a nadie se le ocurra decir nada de mi bolso, ni meter la mano en él, ni cuestionar por qué necesito uno más. Con los zapatos ocurre lo mismo. ¿Por qué creéis entonces que hay un refrán que dice que ‘pareces una niña con zapatos nuevos’?
Todas, de vez en cuando, necesitamos un día para nosotras, es porque de verdad lo necesitamos. Solas o con nuestras amigas. Coger el coche, poner la música a tope y cantar con las ventanillas bajadas (sí, en estos momentos nos da igual despeinarnos), ir a nuestras tiendas favoritas sin que nadie nos meta prisa ni, mucho menos, cuestione cuánto estamos pagando por algo; una sesión de mani-pedi y un masaje; un cambio de look en la peluquería (por favor, notadlo después…); un paseo sin rumbo y un helado de tres bolas sin remordimientos.
Ese día especial que toda mujer necesita para liberar estrés|pixabay.com
Y, por supuesto, el coche. No es nuestro coche, ni el coche de la familia, ni el coche que tú coges cuando el tuyo está en el taller. Es Mii coche. Y está hecho a mi imagen y semejanza, no a la de nadie más. Porque como se puede personalizar hasta el más mínimo detalle, tiene el motor y el equipamiento que necesito, es del color exacto que quería (de hecho, elegí un color que quizá alguien ni siquiera sabía que existía o que tenía nombre propio) y se ajusta a mi estilo porque pude incluir en él todos los accesorios que lo hacen tan único, exclusivo y especial, desde los pedales o la palanca de cambios al acabado interior, los adhesivos decorativos o el portaobjetos que me permite tener a mano desde el café al labial con el que me retoco en el semáforo.
Por si fuera poco, me hace la vida más fácil con su ordenador de abordo o su sensor de aparcamiento, se adapta a mi forma de conducir, me aporta confianza gracias a sus avanzados y precisos sistemas de seguridad y, además, es responsable con el ambiente.
¡Y por supuesto! el auto es intocable|www.youtube.com
