(EFE).- Un obispo nicaragüense señaló hoy al Gobierno que preside el sandinista Daniel Ortega por utilizar a las instituciones del Estado para “transformar sus abusos y ambiciones de poder en formas y actuaciones legalmente justificadas”.
“Las instituciones estatales se han convertido en instrumentos en manos de quien gobierna para transformar sus abusos y ambiciones de poder en formas y actuaciones legalmente justificadas”, denunció el obispo de la diócesis de Granada (sureste), Jorge Solórzano, en una carta pastoral divulgada hoy.
Solórzano, también secretario y portavoz del Episcopado nicaragüense, indicó que Nicaragua es una sociedad estructurada democráticamente, “no obstante, preocupa hondamente, la institucionalidad e ilegalidad en las que han caído algunas de las instituciones democráticas”.
A su juicio, Nicaragua está bajo una crisis jurídico-institucional.
En su carta, el religioso también criticó a la oposición del país, de quienes dijo “se debaten en luchas internas y descalificaciones recíprocas, que no tienen su origen en motivaciones democráticas, sino en la búsqueda de mayores espacios de poder y en ambiciones personales”.
Además, rechazó lo que denominó “el creciente monopolio” de los medios de comunicación en el país. También denunció que “se han realizado estudios nada claros” sobre el proyecto de construir un canal interoceánico por Nicaragua.
En las elecciones de 2011, pese a que la Constitución lo prohibía, Daniel Ortega se presentó como candidato a la reelección gracias a una maniobra jurídica con la que burló la norma constitucional que se interponía entre él y su objetivo de mantenerse en el poder cinco años más.
El exguerrillero sandinista fue reelegido en 2011 con 62,45 % de los votos tras una cuestionada candidatura y una jornada electoral plagada de denuncias de irregularidades.
Ahora la última modificación constitucional, refrendada en 2014, establece la reelección presidencial indefinida, y la posibilidad de elegir al presidente en primera vuelta y con mayoría simple de votos.
No obstante, pese a que la enmienda constitucional le allana el camino a aspirar a una nueva candidatura en las elecciones del próximo noviembre, Ortega se ha resistido a confirmar si aspira a ser reelegido.
Su esposa, Rosario Murillo, quien ejerce “el 50 %” del poder en Nicaragua por decisión del mandatario, afirmó en septiembre de 2012 en un acto electoral de su partido que Ortega “tiene que ganar las elecciones en 2016”, con lo que asumiría el cargo en enero de 2017.
Ortega, que retornó al poder en enero de 2007 tras haber ganado con el 38 % de los votos las elecciones de noviembre de 2006 frente a dos fuerzas liberales divididas, mantiene un alto nivel de popularidad, según las encuestas.
Respecto a los medios, en Nicaragua existe un “duopolio televisivo” integrado por la familia presidencial, que controla los canales 4, 8, 13, 22 y el estatal 6, y el empresario mexicano Ángel González, que maneja las licencias de otros 11 canales, según un estudio académico local.
