bbc.com.- Cada martes en la noche en Monte Carlo, en el estado Lara, en el este de Venezuela, los pobladores se reúnen en uno de los espacios comunitarios de la aldea.
Los niños pequeños se sientan sobre las piernas de sus madres.
Un grupo de niños más grandes juegan en las aceras, mientras los que llegan tarde se paran en la puerta para no perderse lo que dicen adentro.
Este es un consejo comunal, donde se discuten una amplia variedad de temas: desde los precios internos del café hasta las quejas sobre un ganadero que permite que sus vacas deambulen por las calles.
Hay más de 30.000 consejos comunales en Venezuela, de acuerdo con las estadísticas gubernamentales.
A nosotros no nos importa a qué partido pertenece cada persona, todos estamos aquí trabajando por la comunidad
María Torres
Estos consejos ayudan a poner en marcha proyectos sociales del gobierno y pueden obtener fondos estatales para mejorar sus regiones.
Simpatizantes de la Revolución Bolivariana de Venezuela creen que los consejos comunales son una nueva manifestación de lo que es una democracia de base.
Pero los críticos de estos organismos aseguran que son parte de un Estado paralelo, el cual no rinde cuentas y socava las instituciones democráticas de Venezuela.
“Nuestra voz”
Guadi García proviene de una familia de trabajadores rurales. Para ella, los consejos comunales les han dado una voz.
“Es una forma de organizarnos, de poder canalizar nuestras demandas para que le lleguen al gobierno”, explica. “Es una democracia participativa”.
El consejo comunal de su localidad ha ayudado a construir una nueva escuela y a mejorar las viviendas para sus pobladores.
La mayoría de los habitantes de Monte Carlo respaldan al gobierno socialista del presidente Nicolás Maduro y su partido, el Partido Socialista Unido de Venezuela. Sin embargo, las puertas están abiertas para la oposición, cuyos miembros también asisten a las reuniones, indica García.
En el vecino caserío de Palo Verde, la división entre quienes apoyan al gobierno y a la oposición es más balanceada.
Es inusual que en un país tan polarizado como Venezuela, ambos bandos trabajen juntos.
El consejo comunal ayuda a que funcione el centro médico local, el cual es parte de un programa gubernamental que lleva doctores a las zonas pobres del país.
La reunión se celebra en el porche de la casa de María Torres, vocera del consejo y quien apoya la oposición.
“A nosotros no nos importa a qué partido pertenece cada persona, todos estamos aquí trabajando por la comunidad”, asegura.
Pero los miembros han manifestado su inconformidad porque la responsabilidad de distribuir los alimentos subsidiados por el Estado, que muchas familias necesitan con desesperación, le ha sido transferida las Unidades de Batalla Bolívar-Chávez (UBCh), el ala del PSUV dedicada a las campañas electorales.
Denuncian que esa organización ha estado reteniendo los alimentos de las personas que votaron por la oposición en las elecciones legislativas que se llevaron a cabo en diciembre.
Milagro Colmenares es una militante del PSUV, pero asegura que está molesta por lo que dice ha visto hacer a otros miembros del partido.
Asegura que aunque las UBCh trajeron alrededor de 300 bonos de alimentos, el consejo recibió menos de 30 para alimentar a 120 familias.
“Presentamos una denuncia porque la comida es algo sagrado. Los alimentos deberían ser para todo el mundo“, señaló. Aún no han recibido una respuesta a su queja.
La gente local dicen que desde que se quejaron, la distribución de alimentos se ha vuelto más justa.
Poder paralelo
Para muchos, este caso ilustra la naturaleza arbitraria e improvisada de las estructuras de poder locales en Venezuela.
Margarita López Maya es profesora de la Universidad Central de Venezuela.
Es una buena idea que se ha pervertido y que es usada solo para someter al pueblo a la voluntad del partido en el poder
Freddy Guevara
La docente recuerda que cuando los consejos comunales se crearon, tenían que rendirles cuentas a las autoridades municipales elegidas.
Pero después de 2006, cuando la revolución socialista del presidente Chávez entró en una fase más radical, los consejos empezaron a reportarle directamente a la presidencia.
López señala que debido a que el poder responsable está lejos, en Caracas, la rendición de cuentas se perdió.
“El gobierno comenzó a construir un Estado paralelo al Estado previsto en la constitución”, dijo.
En el marco de nuevas leyes, aprobadas por el gobierno socialista, a los consejos se les dieron más y más poderes, pasando por encima de las autoridades municipales y regionales tradicionales, explicó la profesora.
Algunas personas han sido presionadas por sus vecinos para unirse al PSUV y de esa forma convertirse en miembros de los consejos comunales para que tengan mejores posibilidades de obtener fondos, indicó López.
“Herramienta política”
Freddy Guevara, abogado y diputado de la oposición, también está convencido de que el gobierno favorece los consejos que lo respaldan políticamente.
“Es una buena idea que se ha pervertido y que es usada solo para someter al pueblo a la voluntad del partido en el poder”, dijo.
El legislador indicó que debido a que la definición de lo que constituye un consejo comunal no es clara, el gobierno puede escoger cuál reconoce y cuál no.
“Puedes ser elegido por tus vecinos y seguir todos los pasos establecidos por la ley, pero el gobierno tiene la última palabra”, explicó. “Si no te reconoce, no tienes fondos, no puedes hacer nada”.