Yasiel Puig firmó con los Dodgers en 2012 por 41 millones 998 mil dólares para siete años, en este 2016 cobra por ese contrato, siete millones 214 mil. En 2013, José Fernández negoció con los Marlins, cuatro años de sus servicios, por cuatro millones 676 mil dólares. Por esta temporada, la última de ese acuerdo, recibe dos millones 800 mil. Se supone que podrá ser firmado para cinco años, a partir de 2017, por 100 millones. Los Medias Blancas se hicieron de José Abreu durante seis temporadas en 2014, por 66 millones 334 mil dólares, este año 11 millones 667 mil.
Estos tres y una veintena más de los que han venido, nacieron dotados de una especial calidad como peloteros. Pero hay 111 cubanos más regados por el Caribe y México, la mayoría con grandes necesidades que llegan hasta el hambre, porque se evadieron de Cuba creyendo que podrían convertirse en millonarios dolarizados de la noche a la mañana, y con ayuda de los scouts han descubierto que carecen del extra necesario en el beisbol para arribar a las mayores.
Algunos mal informados, o mal intencionados, dicen que no los firman porque la Major League Baseball Players Aassociation (MLBPA) se opone, lo que es un argumento absurdo. Mientras más bigleaguers bien pagados haya, mejor para esa Asociación, porque recibe más dinero.
Un amigo agente de peloteros me dijo: “A veces los mismos cubanos creen que todo pelotero salido de Cuba tiene las condiciones para jugar en Grandes Ligas, y no es así. Mi experiencia me dice que uno de cada 20 o 30, puede con las exigencias del este nivel”. En los róster de los 40 este año figuraron 33 cubanos, pero al reducir los equipos a 25, solo quedaron 24. Desde Esteban Bellán (Troy Hamaykers) en 1871, y después Armando Marsán, Rafael Almeida y Adolfo Luque, han aparecido unos 300 cubanos en las Mayores, entre los cuales se incluyen cerca de un centenar después de 1959.
Actualmente, Raúl Castro trata de lograr una negociación con Major League Baseball, para que la firma de peloteros de Cuba le produzca dinero al régimen de la isla. Entre tanto, están presos en Estados Unidos y bajo investigación, varios traficantes que se ocupaban de mandar yates de Florida a Cuba, para traer posibles prospectos.
Porque la salida clandestina de los jugadores cubanos, con posibilidades de triunfo o no, se convirtió en una empresa multimillonaria.
Tomado de Líder en Deportes