atusaludenlinea.com.- La dieta atlántica es una de las más sanas que pueden degustarse la península. No solo porque la cercanía al mar avala la frescura de los alimentos y un mayor consumo de pescado, sino porque conjuntamente prevalece el uso de ingredientes naturales frente a las harinas y azúcares refinados.
Rocío Yagüe, encargada del restaurante Montes de Galicia señala que, “Este tipo de alimentación se caracteriza por un mayor consumo de proteínas de origen animal, esencialmente procedentes de carnes rojas, huevos, lácteos pero igualmente legumbres. Se acompañan de patatas, verduras y frutas, todas ellas cocinadas de manera sencilla y muy precisa, cuidando mucho sus ingredientes”, Del mismo modo, Yagüe recalca el aporte de Omega 3 presente en la dieta atlántica y su relación con la protección de la salud cardiovascular.
A continuación algunas razones que hacen que esta alimentación sea igual o más saludable que la mediterránea
Más pescado que carne. Gracias a la cercanía del mar, en el norte se puede consumir pescado de forma más usual, llegando a estar presente de tres a cuatro veces por semana en el menú. “En nuestra carta, un ejemplo mantener el sabor y las propiedades de los ingredientes, explica Yagüe.
Prioriza los tubérculos como guarnición frente a la pasta y las harinas refinadas. “Si el plato se acompaña con pan, este se elabora con harinas integrales o de grano entero, pero normalmente se prefiere la patata cocida o ‘cachelo’”, afirma.
Fruta y verdura en casi todas las comidas. La diversidad de verduras que forman las recetas de los platos norteños tradicionales es inmensa: repollo, berzas, grelos, nabizas, judías, pimientos, cebolla… Además, agrega Yagüe, siempre se acude al aceite de oliva como aderezo en crudo.
Carne roja sí, pero con moderación. La carne roja puede ser muy beneficiosa para salud siempre que no se violente de su ingesta. Y más aún si se trata de carne de origen ecológico, que posee un mayor equilibrio nutricional.
Preparación sencilla. La sencillez en la preparación de los platos es una de las claves para conservar la calidad de las materias primas y no maltratar su valor nutritivo. “Las técnicas culinarias más empleadas son la cocción y la plancha, ya que mantienen mejor las características sensoriales de las materias primas de la dieta atlántica”, afirma Yagüe.