Unos 600 ciudadanos africanos se encuentran en Paso Canoas, en la frontera entre Panamá y Costa Rica, en un transito migratorio que han emprendido de manera extracontinental.
En el grupo hay un importante numero de niños, que se suman a los miles de cubanos que desde finales de 2015 llegaron al lugar, en camino a Estados Unidos.
La semana pasada, tanto Panamá como Costa Rica anunciaron medidas para evitar que sigan llegando migrantes a sus territorios, porque ya han sobrepasado sus capacidades para atenderles.
Por su parte, los africanos, y antes los cubanos, han solicitado a los gobiernos panameños y ticos, que les brinden el apoyo para poder continuar en su ruta hacia Estados Unidos.