Cada vez mas, el socialismo en América Latina tiene sus días contados. Dilma Rousseff, presidenta de Brasil, señaló que está atravesando un golpe de Estado luego de que el Congreso de ese pais aprobara el inicio del proceso de restitución la noche del domingo.
“No voy a sentirme paralizada por esto y lucharé. Estoy sintiendo que torturan mis sueños y mis derechos. Me enfrenté a la dictadura debido a mis convicciones y con convicción me enfrento a un Golpe de Estado. Los actos por los cuales estoy siendo imputada, fueron practicados por otros presidentes. Siento que me están dando un tratamiento que no le dieron a otras personas antes”, expresó la mandataria en una rueda de prensa la tarde de este lunes.
Rousseff señaló que debe reconocerse que su vicepresidente conspira contra ella y reiteró que enfrentará el proceso y se defenderá en el Senado.
“Tengo valentía, y no me voy a parar por esto”, sostuvo al tiempo en que aseguró que ella no vio una discusión abierta de argumentos por parte de los diputados del Senado.
“Cualquier gobierno puede cometer errores pero tener resentimiento no es un justificativo para abrir un juicio. Las razones de este juicio no son producto del resentimiento. En Brasil tenemos fallas en la democracia pero también una institucionalidad muy fuerte. Creo que más tarde lograremos impedir que este proceso sin bases legales, no sucedan más en Brasil. Esto no es el final. Esta será una lucha larga y democrática”, dijo.
Con información de: El Nacional
