
El presidente costarricense Luis Guillermo Solís conversará con el papa Francisco sobre la situación que viven miles de cubanos y africanos en Centroamérica.
La crisis de migrantes cubanos y africanos en Centroamérica será tema de conversación entre el Papa Francisco y el presidente de Costa Rica, Luis Guillermo Solís, cuando este último visite al Santo Padre como parte de una gira que lo llevará a EEUU y Europa entre el 19 y el 30 de mayo.

“Inexorablemente lo será. No creo que esto desaparezca rápidamente y su santidad ha manifestado reiteradamente que su corazón y oraciones están con los migrantes”, declaró el mandatario a la prensa.
Nicaragua cerró su frontera a migrantes desde noviembre de 2015 y cerca de 8.000 cubanos quedaron varados en Costa Rica hasta que en marzo pasado continuaron su migración a EEUU debido a una operación aérea en la que estuvieron involucrados México, El Salvador y Guatemala.

Entretanto, unos 3.500 migrantes cubanos están varados en Panamá, ya que Costa Rica no les permite ingresar al país porque considera que no tiene las condiciones para albergarles y ofrecerles asistencia.
También hay cerca de 500 migrantes africanos indocumentados del lado costarricense de la frontera con Panamá. Las mujeres embarazadas y los niños van a ser trasladados a un centro de atención especializado y las autoridades costarricenses no descartan una medida humanitaria que permitiría que los africanos permanezcan en el país en vez de deportarles.