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Un investigador nada apasionado

Fernando Martínez Heredia (Foto: radiociudadhabana.icrt.cu)

Fernando Martínez Heredia (Foto: radiociudadhabana.icrt.cu)

LA HABANA, Cuba.- Hace ya muchos años, conocí personalmente a Fernando Martínez Heredia. Era un joven investigador, autor de artículos que leí, publicados en libros y en la prensa y que escuché en algunas de las muchas conferencias que impartió.

Hoy, lo encuentro en una página de Juventud Rebelde, con sus 77 años y entrevistado por una estudiante de periodismo, quien titula su trabajo “Un investigador apasionado”.

Martínez Heredia, incluso a través de cómo responde las preguntas a la joven colega, no parece un apasionado en el difícil y complicado trabajo que realiza, para investigar descarnadamente la sociedad y su cultura cubana. Todo lo contrario: sigue siendo una persona muy racional y honesta. Tal como lo recuerdo.

Se trata de un viejo profesor que sabe, como lo sabemos todos los que han vivido o vivimos en la Cuba de Fidel, que tanto para hacer periodismo, como para realizar un trabajo de investigación socio-cultural, tropezamos con el clásico hermetismo de un régimen dictatorial, donde conocer sus hechos verdaderos resulta muy difícil; donde no todo puede salir a la luz.

Recientemente este historiador, en la actualidad director del Instituto Cubano Juan Marinello, ha recibido el Premio Nacional de Investigación Cultural 2015.

En sus respuestas a la prensa castrista, ha tenido la honestidad de responder que “a pesar de contar con un fabuloso colectivo de investigadores, me angustian las reducciones de recursos financieros a las que se ha enfrentado el sistema de la cultura en general”.

Es evidente que en el país existe una seria crisis en producciones teóricas. Ante esa situación, Martínez Heredia expresa que dicha producción “se ha quebrantado hace un poco más de cuarenta años, debido al déficit de formación y debates investigativos, a pesar de que existe una cantidad enorme de graduados universitarios”.

Luego señaló que “la calidad del trabajo depende de la formación previa que (el estudiante) haya recibido, así como a las fuentes que pueda encontrar”.

¿Quiere decir el historiador premiado que no siempre las fuentes se encuentran, se pueden obtener, porque el hermetismo característico de las dictaduras lo dificulta?

Luego plantea que la honestidad es lo más esencial, porque sin ella no se va a ninguna parte. Otro punto que analiza es el de no admitir una opinión diferente a la que se posee: “Alguien así perderá la posibilidad de beneficiarse con el intercambio, pues está cerrado en él solamente”.

¿Pero qué le ocurre a un historiador o periodista –me pregunto yo, puesto que no me gustan las bravuconerías–  en un país donde hay que escribir sobre todo para complacer, elogiar, aplaudir y apoyar a un régimen político dictatorial, donde mandan los bravucones?

Estoy segura de que Fernando Martínez Heredia seguirá escribiendo sus investigaciones comprometido con el mundo y con la sociedad cubana, tal como dice al final de su entrevista. Es el mismo que yo conocí hace más de cincuenta años.

Written by CubaNet

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