Engañados. Es así como una familia cubana se siente por parte del gobierno revolucionario de Raúl Castro. Eduardo Santiago López, discapacitado cubano, ha acudido a diferentes organismos estatales para buscar solución a su problema, pero muy poco han logrado.
Pide por la seguridad física de su familia, la atención psicológica a su niña de 3 años, el cambio para una vivienda en buenas condiciones que les permita una mejor calidad de vida, basados en los principios de la revolución.
Pero estos principios, estas bases de la revolución no son suficientes para que el consiga la ayuda que tanto necesita. Afirma que solo ha recibido rechazos por parte de funcionarios castristas, incluso la vivienda que le dieron esta a punto que se cae.
“Vengo de una familia disfuncional, donde mi madre es alcohólica y constantemente tenia problemas con ella por mis niñas, entonces le pedi al gobierno que me ayudara con una casa por que estaba viviendo en la calle con mis bebes y me dieron una casas que esta que se derrumba, el techo gotea, las paredes estan en mal estado, el baño no funciona”.
López, alegó que tal vivienda era propiedad de una mujer que fue transferida a una en mejores condiciones, dejando esta a su disposición. “me dijeron que tenia que agarrar esta o no agarrara nada”.
La esposa de Eduardo, Ailadis Día, aseguró temer por la vida de sus hijas y no justifica todas las trabas que le ha impuesto el régimen para otorgorle una ayuda humanitaria para su familia. “Esa casa se encuentra en estado de derrumbe y temo por la vida de mis hijas. Asistí a varias instancias gubernamentales y en todas me ponían excusas para no ayudarme, estamos en la misera, mi esposo esta incapacitado y mis niñas necesitan atención medica”