El jefe de la diplomacia española destacó que el papel de su país “es el que ha sido siempre: unas relaciones bilaterales muy estrechas y una cierta misión de liderazgo en la Unión Europea por razones obvias, históricas, culturales y de afinidad”.
La mala memoria parece estar afectando a algunos políticos españoles. Lo paradójico del asunto es que García-Margallo es un destacado miembro del Partido Popular, el mismo que promovió el aislamiento de Cuba a través de la Posición Común Europea.
Cuando los negocios están en peligro, algunos gobiernos parecen abanderarse con la frase de Grucho Marx, “estos son mis principios, si no le gustan tengo otros”.