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Precios topados, mercados vacíos

LA HABANA, Cuba.- Casi dos semanas después de la entrada en vigor de las Resoluciones 157-C y 162 del 2016 del Ministerio de Finanzas y Precios, que estableció precios máximos de venta a la población para un grupo de productos agrícolas, la situación no parece muy halagüeña.

Un recorrido efectuado por tres mercados agropecuarios de la capital, cada uno en representación de las formas de comercialización que han debido topar los precios, permitió comprobar el desabastecimiento y la poca calidad de los productos allí.

Los mercados agropecuarios estatales (MAE), al parecer, son la carta principal con que cuenta el gobierno para contrarrestar a los mercados de oferta y demanda. Sin embargo, las tarimas del MAE ubicado en Pozos Dulces y Lugareño, en el municipio Plaza de la Revolución, no satisfacían a los consumidores. Del total de 26 renglones a los que se les topó el precio, solo había ocho en existencia. Las frutas brillaban por su ausencia, y las únicas viandas en venta eran el boniato y el plátano burro.

A pocas cuadras de distancia de este MAE se localiza una placita arrendada a la Cooperativa de Créditos y Servicios (CCS) Vietnam Heroico, de la provincia de Artemisa. Este mercado, con 12 productos en existencia, exhibía dos productos muy demandados por la población, como la malanga y el tomate de ensalada, aunque la calidad de esos surtidos no era la mejor. En cuanto a las frutas, únicamente había guayabas.

La medalla de oro en el desabastecimiento le correspondió a El Arroyo, un mercado gestionado bajo la forma de cooperativa no agropecuaria (CNA), y ubicado cerca de la calle Monte, en el municipio Cerro. Solo cinco productos podían adquirir los casi inexistentes consumidores.

Este tipo de establecimiento parece ser el más desfavorecido, pues por lo general carecen de transporte propio para adquirir los productos que luego comercializarán. Ahora, con el cierre reciente del mercado mayorista de El Trigal, pierden además a su principal suministrador.

Un frustrado consumidor que merodeaba por los alrededores de El Arroyo resumió el estado de ánimo de los pobladores de la zona: “Esto es prácticamente una burla. Hay una pizarra con los precios topados de 26 productos. Pero esos productos nada más se ven en la pizarra, ya que las tarimas siempre están vacías. Mire, estos mercados de precios topados únicamente están surtidos cuando va la televisión, para que la gente crea que este experimento del gobierno es exitoso. Pero después que se van las cámaras vuelve la desolación”.

A propósito, y comoquiera que estábamos cerca del antiguo mercado de oferta y demanda de Cuatro Caminos, cerrado hace más de dos años, nos dirigimos a ese lugar. Una valla colocada en una cerca perimetral que bordea toda la manzana, informa que allí se construirá  un centro comercial que, todo hace indicar –y así lo comentan también los vecinos del lugar–, nada tendría que ver con la venta de productos agropecuarios, que fue lo que siempre distinguió a este establecimiento.

De ser así, estaríamos en presencia de otro golpe de las autoridades contra las formas privadas de comercialización agropecuaria.

Written by CubaNet

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